Cannabis Magazine 224

106 nunca ha dejado de crecer) desde que se inició, con Nixon, la guerra contra las drogas y sus usuarios. El bulo sobre algún peligro en Halloween no es algo nuevo. Joel Best, profesor de Sociología y Justicia Criminal en laUniversidad de Delaware, lleva estudiando el fenómeno de dar un caramelo envenenado o intoxicado con drogas psicoactivas desde 1958, aunque no fue hasta 1974 cuando se le dio el nombre de “sadismo de halloween”; y, como nos cuenta, su principal conclusión tras estos años de estudio pormenorizado de cada supuesta víctima que salía relacionada con estos factores es que no es capaz de encontrar un solo caso de un menor muerto o seriamente herido por esta vía en el tradicional “truco o trato” que se práctica en la noche de halloween. Sin embargo, el bulo ha existido año tras año, con distintas variaciones según la época, desde las que usaban veneno en formato de caramelo, a los que (a raíz de la legalización del cannabis en algunos estados hace años) alarmaban con el peligro de que le dieran a los niños algún dulce o caramelo infusionado con THC. Este fue el aviso (vía YouTube, con un vídeo que mostraba en un dispensario distintos productos comestibles que contenían THC) que dio la policía de Denver, Colorado, en 2014 tras la legalización del cannabis, advirtiendo del riesgo de que algún dulce que contuviera THC pudiera ir a parar a la cesta de algún niño, y recomendaban a los padres que aumentasen el control de aquellos productos recogidos por los menores. Sin embargo, una vez pasada la festividad, un portavoz del departamento de policía reconocía que “no tenían conocimiento de ningún caso de menores que hubieran entrado en contacto con caramelos o dulces de marihuana durante la temporada de halloween”. Es decir, cero casos a pesar de la preocupación como para generar y colgar un vídeo, alarmar a los padres con este tema y aconsejar cómo revisar la cesta de dulces para evitar que se colasen estos productos tan temidos inicialmente. Los que sí parecen excepcionalmente sensibles a la toxicidad del fentanilo, dada la multitud de casos que sufren y los cuadros tan llamativos y escandalosos que presentan, son los miembros de los distintos cuerpos de policía cuando intervienen en un lugar donde hay un usuario de drogas que usa fentanilo, bien sea para atenderle por sobredosis o para detenerle por tenencia o tráfico. La teoría dice que la dosis letal de fentanilo para alguien sin tolerancia es de tres miligramos, lo que es muy poco. Pero ni se evapora o se convierte en aerosol que te haga respirarlo, ni es absorbible por la piel (los parches que existen para la piel son preparaciones con otros compuestos para que el fentanilo pueda ser absorbido Reportaje Fentanilo en parches, que es la forma de presentación para consumo prescrito por médicos más común para esta sustancia

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