Cannabis Magazine 225

Sustancias 120 otro lado, dando vueltas sobre sí mismo. Día y noche. Noche y día. Mañanas y tardes. Amaneceres y anocheceres. Con sus greñas. Con sus vestimentas harapientas. Con… sus interminables vueltas sobre sí mismo, cual peonza humana. ¿Qué otra cosa decir de él? Si no hacía más que eso: girar sobre sí mismo. Que hasta se mareaba uno de tan solo mirarle… Una vez, una, le vi tomándose una cerveza en un bar de Los Bajos de Aurrerá. Fue la única ocasión en que pude verle estático, sin rotar. Punto. Un verdadero fuera de serie. Un hombre único y sin igual. De ser, este, un mundo justo, debería figurar en el Libro Guinness de los Records como el ser humano que más vueltas ha dado sobre sí mismo. Nadie, jamás de los jamases, ni de aquí a la eternidad, podría nunca equiparar y, menos aún superar, su record personal. Vaya para él, un más que merecido y tardío aplauso. ¡Olé torero! Así se hace. Pablito Era un tipo, en apariencia, infinitamentemás normal que los dos anteriores. Era bajito, regordete, medio calvo, alcohólico, sin hogar y se llamaba Pablito. Imposible que compitiera en notoriedad con los dos animales escénicos que acabamos de mencionar. Aparentemente, repetimos. Porque, Pablito, tenía algo que los demás no tenían: era muy bonachón. Era un buen tipo. Le gustaba hablar. Tenía una voz agradable, un tono bajito y desarrollaba sus discursos con humildad. También sabía escuchar. Era un excepcional conversador. Sonreía bastante. Incluso, si venía al caso, se reía. Todo ello (a pesar de que vivía entre orines y, normalmente, estaba manifiestamente sucio, borracho y pestilente) le granjeó las simpatías de la gente. Yo mismo solía hablar habitualmente con él. Y es que Pablito pasaba las horas con sus bricks de vino, al lado de donde yo cogía cada día el autobús. Lo dicho: era un tío bienmajo. Tanto que, gracias a ello y al contrario que El Gurú y que El hombre peonza, llegó a alcanzar la fama. Salió repetidamente en la televisión. De todas partes se esforzaron en ayudarle. Y parece que, al final, lo consiguieron… Se dice que, tras seis meses viviendo en la calle, las personas son ya irrecuperables. Pablito llevaba años, no meses. Pero insistieron tanto que le recuperaron. Espero que para bien. Otro que se merecía lo mejor de lo mejor. ¡Un abrazo, majo! Siempre me recordó a Gloria Fuertes, por cierto. “ “ EL HOMBRE PEONZA: BUENO, ESTE TÍO SÍ QUE ES MÍTICO. CUALQUIERA QUE HAYA VIVIDO LOS 90 EN MADRID LE HA TENIDO QUE VER, EN MONCLOA, EN BILBAO, EN CUALQUIER OTRO LADO, DANDO VUELTAS SOBRE SÍ MISMO

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1