Cannabis Magazine 227

de forma que, a igualdad de dosis consumida por otra persona sin esa predisposición, la cafeína permanece durante mucho más tiempo en su sistema. En dosis de 40-300 miligramos, la cafeína reduce la fatiga, incrementa el estado de alerta y reduce el tiempo de reacción en personas que no tienen tolerancia. Cuando se administra junto a analgésicos, alivia de manera eficaz el dolor. Sin embargo, y precisamente por su efecto de activación, también tiene efectos adversos. Por ejemplo, hace que dormirse sea más difícil y, cuando se consigue, reduce la calidad del sueño. En algunas personas, y especialmente con dosis altas, puede precipitar cuadros de ansiedad. Aunque no necesariamente tiene que ser un efecto adverso, la cafeína aumenta la frecuencia con la que se orina. Finalmente, tras un consumo continuado, dejar de tomarla se asocia a un síndrome de abstinencia caracterizado por dolor de cabeza, fatiga, estado de ánimo negativo y, en algunos casos, por síntomas parecidos a los de la gripe (Van Dam, Hu, y Willett, 2020). Por si no fuera bastante que la cafeína, bien en forma de café o de otros productos, sea la sustancia más consumida de día, parece que también lo es de noche. Se trata de uno de los principales (sino el principal) adulterantes de las drogas ilegales, aunque no en todas se encuentra en la misma proporción. Entre las sustancias en las que aparece menos como adulterante se encuentran la 2C-B, la mefedrona, la ketamina, la MDMA o la metanfetamina. Pero donde tiene una presencia importante es en sustancias como la cocaína, la anfetamina y la heroína. En los últimos diez años, el porcentaje de muestras de estas tres sustancias adulteradas con cafeína fue del 21,5 %, del 53 % y del 64,9 % respectivamente. Por el contrario, para el caso de la MDMA fue del 3,1 % y, para la ketamina, del 8,6 %. En su conjunto, la cafeína fue la tercera sustancia más identificada en nuestros servicios de análisis de sustancias, después de la MDMA y la cocaína. Además, aunque no aparece en todos los casos, es uno de los ingredientes del llamado tusibí, una combinación de ketamina y MDMA que se ha popularizado relativamente en los últimos años en España y otros países. Es difícil aventurar una razón para el uso de la cafeína como adulterante. Las adulteraciones se utilizan para incrementar el volumen del producto vendido, pero también para modular el efecto de las sustancias. En el caso de la cocaína, estudios con animales han mostrado cómo la cafeína podría aumentar su efecto reforzante; es decir, haría que su efecto fuera más placentero (Prieto et al., 2016). 100 Control de riesgos En la actualidad, es posible comprar cafeína sintética sin dificultad “ “ EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, HA HABIDO UNA NOTABLE EXPANSIÓN DEL USO DE CAFEÍNA SINTÉTICA EN LOS SUPLEMENTOS ALIMENTICIOS, EN LAS DENOMINADAS “BEBIDAS ENERGÉTICAS” Y EN PREPARADOS PARA DEPORTISTAS

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