El consumo se realiza en grupo y, mientras una persona saca la sustancia y la prepara para el resto, el acto social del consumo se materializa de manera que perdura más allá de la mera administración de la sustancia. Todo ello lo reflejó muy bien una de las personas que participó en las entrevistas del Observatorio Energy Control: “Pues claro, todo, o sea, desde el momento en que vamos a esnifar todos, que es como un ritual, no, hasta pues, el momento del subidón que estás como flotando, son risas todo, nos reímos todos, o sea, todos de todos… luego está el bajón que es como ‘buah, justamente ahora me acaba de bajar, sabes’; no sé, es muy divertido, es muy guay”. Muchas de las personas que participaron en el observatorio, al hablar del esnifado, utilizaban la palabra “ritual” para describir el conjunto de prácticas que rodeaban al hecho de preparar la sustancia y consumirla. Sin embargo, aunque no puede considerarse propiamente un ritual al no cumplir con la estructura clásica de estos, el esnifado sí se asemeja a una conducta ritualizada en el momento en que se repiten los mismos actos usando los mismos elementos o aquellos que tengan las mismas características. Estas conductas ritualizadas, como hemos visto, se asocian además a placeres concretos que van más allá del placer asociado al efecto propio de la sustancia. Pero esta búsqueda de placeres también trae aparejada la experimentación de algunos daños, como el dolor o sangrado en la zona nasal, las molestias el día después en forma de congestión nasal, o los daños crónicos en las mucosas en personas con consumo continuado. En el ámbito farmacéutico, en los últimos años, se han desarrollado novedosas presentaciones de medicamentos que son muy efectivas por la vía nasal. Se trata de aerosoles, geles y emulsiones lipídicas que mejoran la administración de los medicamentos a través de esta vía. Y es que las características físicas de la sustancia son importantes. Por ejemplo, sustancias viscosas aumentan su absorción al permanecer durante más tiempo en contacto con la mucosa nasal. Sin embargo, en los mercados de drogas no existe la motivación de ofrecer a la persona que consume unas presentaciones como las anteriores. Por el contrario, la presentación de la mayoría de las sustancias que se esnifan, en polvo o cristal, pueden producir erosiones en la mucosa que, en caso de agravarse, acarrean consecuencias desastrosas para el tabique nasal. Además, los excipientes que acompañan a las sustancias en muchas ocasiones, normalmente azúcares, también pueden producir irritaciones en las mucosas. De ahí que sea fundamental mantener unos buenos hábitos de higiene y cuidado a la hora de esnifar para reducir esa posibilidad, en especial cuando el consumo esnifado es frecuente. Los conocimientos prácticos sobre el esnifado, que incluyen no solo los aspectos relativos a cómo preparar las La cocaína es la sustancia que más se asocia con el esnifado. Sin embargo, en las últimas décadas, otras sustancias también son usadas a través de esta vía, incluida la MDMA 101 “ “ LA ASPIRACIÓN NO DEBE SER NI MUY FUERTE NI MUY FLOJA. EN EL PRIMER CASO, SE HACE MÁS PROBABLE EL SUFRIR EROSIONES EN LAS FOSAS NASALES. EN EL SEGUNDO, ES POSIBLE QUE LA SUSTANCIA SE QUEDE EN LA ZONA MÁS EXTERNA DE LAS MISMAS Y TERMINE POR SALIRSE
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