Cannabis Magazine 230

internodales y sin necesidad de floración automática. Pero… ¿existiría la capacidad genética de base? Tanto los estudios como los patrones de crecimiento observados apuntan a que el cannabis que introdujeron los primeros humanos en Japón procedía de Asia oriental (que se cree que es la cuna del cannabis psicoactivo) y no de Rusia o Siberia, que producían ruderalis no psicoactivos. Un estudio de 1973, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, contiene los resultados de una encuesta sobre el contenido de THC, CBN y CBD del cáñamo de todas las partes de Japón. El informe no especifica si se trataba de cáñamo silvestre o cultivado, pero es probable que fuera este último, gracias a la casi erradicación de la industria japonesa del cáñamo por parte de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. El cáñamo de la región de Hokkaido contenía un 3,9 % de THC. El cáñamo de Tochigi, otra zona famosa por su producción histórica, contenía un 3,4 % de THC. Si estas plantas son descendientes directas del cáñamo cultivado por los Jomon, es razonable suponer que podrían haberse utilizado con fines psicoactivos. Japón también tiene un museo del cannabis Tochigi, situada a cien kilómetros al norte de Tokio, también alberga el único museo japonés sobre el cannabis: Taima Hakubutsukan. Su fundador, Takayasu Junichi, es un apasionado de la larga historia de Japón con la planta. Su objetivo es compartir esa historia, ahora suprimida, con una población para la que la planta ha sido demonizada por la desinformación, un objetivo con el que estamos muy familiarizados y que apoyamos de todo corazón. En un artículo publicado en 2014 en el Asia-Pacific Journal, el señor Takayasu habló con conocimiento de causa sobre muchos aspectos del cáñamo en la sociedad japonesa, pero incluso él expresó que no estaba seguro de si alguna vez se fumó en general, y mucho menos como parte del sintoísmo. El mismo artículo especula con que el cannabis podría haber sido "la droga de las masas", ya que el arroz, con el que se elabora el sake, estaba controlado por las clases más altas. De hecho, existe un ejemplo paralelo en la historia holandesa. Cuando se introdujo el tabaco en el siglo XVII, fumarlo era cosa de ricos. Las clases bajas, que querían emular la nueva moda, recurrieron a las flores secas de cáñamo, el subproducto barato y abundante de la próspera industria del cáñamo que daba empleo a muchos de ellos. Esta época en Japón es el Periodo Edo, durante el cual el cáñamo era la planta de fibra más común de las clases trabajadoras. El uso de las flores de cáñamo como sustituto del tabaco en los Países Bajos está muy arraigado e incluso se ilustra en cuadros de antiguos maestros que representan a campesinos fumando en tabernas. Varios de estos cuadros forman parte de la colección de nuestro museo. Sin embargo, no existe ningún equivalente en la historia de Japón que demuestre de forma irrefutable que fumar cáñamo fuera una práctica habitual. 51 “ “ NO EXISTE NINGÚN EQUIVALENTE EN LA HISTORIA DE JAPÓNQUE DEMUESTRE DE FORMA IRREFUTABLE QUE FUMAR CÁÑAMO FUERA UNA PRÁCTICA HABITUAL Junichi Takayasu, director de el Museo Taima Hakubutsukan Taima japonesa, Museo del Cannabis

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