Este vaporizador consiste en un tubo de cristal con una boquilla que se calienta con un soplete. En este caso, le hemos proporcionado un soplete grande, ya que el pequeño no funcionaba correctamente. Si nuestro método tiene éxito, Antonio se comprará todos los utensilios necesarios para su día a día, como vaporizadores, sopletes, etc. Además, al igual que ocurre con el cannabis, tendría que cultivar las mismas plantas que le ayudaron a dejar de fumar, al menos durante un tiempo, e ir introduciendo nuevas variedades. En cuanto a los vaporizadores, si uno te gusta y te funciona bien, no lo cambies. Nosotros tenemos modelos de alta gama que ofrecen un vapor de muy buena calidad y están conectados a bongs, pero no son del gusto de todos. Por eso, si te gusta un tipo de vaporizador, es mejor no cambiarlo. En el caso de Antonio, tuvo que cambiar de vaporizador porque el que usamos inicialmente no está disponible en Europa. Por lo tanto, le buscamos uno con características similares, lo probó y, después de varios días funcionando bien, se compró el suyo propio. Pero no nos adelantemos a las conclusiones. Primera semana: comienza el experimento El experimento comenzó un lunes, justo después de que le diagnosticaran sus problemas de salud. Durante la primera semana, reemplazamos los cigarrillos comerciales por tabaco para liar, que suelen ser más saciantes que los cigarrillos ya preparados. Además, redujimos la cantidad de tabaco a diez cigarrillos liados con boquillas finas, lo que representa la mitad de lo que solía fumar antes de comenzar este proceso. Concretamente, Antonio fumará tres cigarrillos por la mañana, tres por la tarde y cuatro por la noche, que es cuando suele trabajar más (cosas de los músicos). Estos diez cigarrillos están precedidos por el uso de un vaporizador, ya que solo consumirá cannabis en el vaporizador. De esta manera, los diez cigarrillos liados con flores de cannabis se reducen a cero. Para evitar que se sienta privado, utilizaremos cuatro cargas de La Mojama y seis cargas de la genética rica en CBD. En los primeros días, Antonio admitió que sentía ansiedad derivada de consumir menos tabaco, pero, a diferencia de antes, los vaporizadores le estaban ayudando, especialmente después de fumar un cigarrillo. Por lo tanto, se estaba produciendo el efecto que esperábamos. Sin embargo, nos dijo que echaba de menos tener un cigarrillo en la mano mientras trabajaba, así que teníamos que buscar una solución. Segunda semana: reducción de dosis En la segunda semana encontramos la solución al problema de tener un cigarrillo en la mano: un vaporizador manual de cristal que simula un cigarrillo y le permite dar caladas sueltas. De esta manera, puede sustituir las caladas que solía dar 58 Soplete “ “LA VAPORIZACIÓN PUEDE SER UNA GRAN OPCIÓN PARA DEJAR DE FUMAR, SIEMPRE Y CUANDO SE SIGAN ALGUNAS PAUTAS Y NO SE HAGA DE FORMA RADICAL Vaporización Hierbas vaporizadas en el vaporizador electrónico Tabaco de liar
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