Cannabis Magazine 230

alimentos genéticamente modificados o vacunarse. Las ventajas de estas teorías son que eximen a sus creyentes de responsabilidad. Con tanta manipulación tóxica, la gente no tiene por qué hacerse cargo de sus decisiones o de las cosas que le pasan. El acto de transferir la culpa o la responsabilidad a un tercero (real o imaginario) es uno de los motivos que explican la popularidad de ciertas teorías conspiranoicas. Y no es este solo un recurso propio de iluminados o crédulos: este traslado de la culpa es una estrategia que emplean con frecuencia los gobiernos e instituciones a cualquier nivel. Ante un problema o una situación indeseada, la solución más fácil es echarle toda la culpa a un enemigo externo. Todo lo malo que pasa en las comunidades autónomas es culpa del Estado; y lo malo que pasa en el Estado es culpa de Europa, más en concreto de Alemania (aunque desde que Angela Merkel, la supervillana por excelencia, dejó el cargo, las cosas no son lo mismo). Los últimos 500 años de historia de América Latina se resumen en solo tres palabras: “malvado colonialismo español”. Todos los problemas que arrastra el subcontinente (y, por qué no, los que surjan en los próximos 500 años) tienen su explicación en este hecho. Y hay más: todos los judíos son ricos y los inmigrantes nos quitan el trabajo y las becas del comedor. El islamismo radical explica el mal en el mundo por la corrupción moral de Occidente y ciertos discursos en nuestro entorno cultural pretenden que todo el islam es fanatismo extremo. La “captura corporativa” es un término que aparece por primera vez en español en un artículo de la revista Bioética y Derechode 20191 en el que se define el término como “el proceso intencionado por el cual las decisiones políticas responden a un interés particular, privado, en detrimento del interés público”. El artículo describe, de forma razonada, rigurosa, objetiva y fundamentada, algunos episodios concretos y excesivos en la relación de las políticas públicas y la industria alimentaria o del alcohol en España. El concepto de “captura corporativa” no es, en sí mismo, una teoría conspirativa. A los episodios que los autores describen en su artículo se podrían añadir otros, como algunos protagonizados por la industria farmacéutica. Pero se trata de una idea que, convenientemente retorcida y manipulada, constituye un caldo de cultivo ideal para sostener marcos teóricos al nivel del control mental de la población a través del 5G o la naturaleza reptiliana de los gobernantes del mundo. El pasado 13 de abril, la cuenta de Twitter del Plan Nacional Sobre Drogas (@PNSD) preguntaba si sabíamos qué era esto de la “captura corporativa” en drogas. Reconoceré que hasta aquel momento no había oído hablar 85 Tuit del Plan Nacional Sobre Drogas, @PNSD (18/4/23) “ “ TODAS LAS PERSONAS SON RESPETABLES, SUS OPINIONES NO NECESARIAMENTE “ “ LAS TEORÍAS CONSPIRANOICAS CUMPLEN DISTINTAS FUNCIONES SOCIALES Tuit del Plan Nacional Sobre Drogas, @PNSD (13/4/23)

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