108 nivel internacional. El primer punto, y el más engañoso de todos, es “la autorización para fortalecer a las fuerzas de la ley en México con capacidades para detener las cadenas de suministro de fentanilo”. A esto, México respondió ya por boca de su presidente, López Obrador, que en México no se produce fentanilo (lo cual es falso), porque están viendo cómo puede terminarse usando este tipo de iniciativas. También se utilizará la “diplomacia” como arma para deslegitimar a los cárteles y frenar el reclutamiento de miembros criminales. Otro de los puntos calientes del asunto es el siguiente: las operaciones de actores chinos en México. Exactamente lo que propone es que antes de 180 días desde la aprobación de esta ley, los servicios de inteligencia enviarán al Congreso, de forma clasificada, un estudio describiendo las operaciones y las huellas geográficas del Estado chino y de actores de origen chino que se encuentren dentro de México y que estén implicados en la importación, producción o tráfico de fentanilo o sus precursores en o a través de México. El resto de puntos son revisión al alza de las condenas por asuntos relacionados con el fentanilo y su tráfico, sanciones por no colaboración, determinación de quiénes son estos traficantes o actores implicados... todo ello por parte unilateral de los Estados Unidos. Y la parte más aterradora de todas: si la ley sale adelante, permitirá al presidente de turno de Estados Unidos (que de nuevo puede ser el propio Trump en poco tiempo) aumentar la militarización de la frontera con México e incluso lanzar ataques y enviar tropas del ejército dentro de dicho país, con la excusa de luchar contra el tráfico de fentanilo. Todo ello sin que se ponga sobre la mesa ninguna medida para tratar el problema doméstico que sufren, como hace por ejemplo Canadá con el uso de programas de mantenimiento para evitar muertes por sobredosis y retirar del mercado negro a los usuarios, facilitándoles, desde un control médico, el fentanilo que van a usar y evitando que recurran al tráfico ilegal. ¿Qué se pretende con todo esto? Pues obviamente no se pretende ayudar a la población que sufre el problema de la epidemia del fentanilo, ya que, como siempre, se pretende atacar solo a la oferta y no a la demanda interna. Y lo que se pretende de forma descarada es poder intervenir, hasta de forma militar, en el vecino y aliado regional más importante de los Estados Unidos, que es México, sin que a este país le haga ninguna gracia ni esté de acuerdo con nada de lo que plantea este proyecto de ley. De paso, se sitúa el foco sobre China como facilitador de precursores y producción del fentanilo que se consume en Estados Unidos, que se sabe que la mayoría del fentanilo consumido en el país actualmente entra por la frontera con México, pero no de la mano de inmigrantes en busca de asilo, sino de ciudadanos estadounidenses que se dedican al tráfico de drogas. De momento, ya ha habido 22 organizaciones que se han dirigido al congreso del país, pidiéndole “avances en medidas reales, y no tonterías extremistas, para enfrentar la crisis del fentanilo”. Piden apoyo y tratamiento para esas personas, luchando con la dependencia a estas drogas, y advierten que “normalizar la idea de que el fentanilo es un arma química sólo impulsará demandas extremistas para llevar a cabo ataques militares en México, ahondando más en la fracasada guerra contra las drogas y debilitando los tratados de control de armas”. Piden al Congreso que vote contra esta propuesta por sus terribles implicaciones e insisten en que las personas necesitan soluciones reales y no una retórica peligrosa al servicio de una agenda extremista a favor de la guerra. Esperemos, por el bien de todos, que esta propuesta de ley nunca se llegue a convertir en realidad. Reportaje López Obrador, actual presidente de México “ “SI LA LEY SALE ADELANTE, PERMITIRÁ AL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS AUMENTAR LA MILITARIZACIÓN DE LA FRONTERA E INCLUSO LANZAR ATAQUES Y ENVIAR TROPAS A MÉXICO, CON LA EXCUSA DE LUCHAR CONTRA EL TRÁFICO DE FENTANILO
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