los efectos de la hierba gatera en los gatos, pero a menudo desconocemos que los queridísimos laurel y aloe vera, las azaleas (muy presentes en parques y que plagan las medianeras de las autovías), las populares flores de Pascua (que después de Navidad se quedan dando vueltas por la casa) o los bulbos de tulipanes o lirios, entre otros, son muy tóxicos para perros y gatos. La sintomatología de los cuadros de intoxicación en animales es muy diversa y comprende problemas gastrointestinales, respiratorios y neurológicos que se manifiestan, por ejemplo, con excesos de salivación, pérdida de apetito, vómitos y diarreas, deshidratación, letargia, ataxia, asfixia, insuficiencia renal, frecuencia cardíaca lenta, presión arterial baja, irritación de la boca y la piel, inflamación de garganta, comportamiento extraño, etc. Ante cualquier sospecha de intoxicación, lo más conveniente es acudir a un profesional veterinario. El oso de la cocaína (akaOso Vicioso) Cuando pensamos en que un descuido humano puede ser el causante de una intoxicación animal lo lógico es que pensemos, en primer lugar, en los animales de compañía. Sin embargo, el mundo animal es vasto y, en más de una ocasión, animales no tan habituales en nuestra vida diaria sufren las consecuencias de nuestros errores. La realidad supera a la ficción. Y sino, solo hay que echar un vistazo a esta historia con un oso como protagonista. Andrew Carter Thornton II fue un experto paracaidista del ejército estadounidense. En su carrera militar ganó importantes condecoraciones, como un corazón púrpura. En 1965, abandonó el ejército para regresar a su Kentucky natal, donde se incorporó al departamento de la policía de Lexington, a la brigada de estupefacientes. Fue entonces cuando comenzó a desarrollar una vida paralela dentro del mundo del narcotráfico. De hecho, acabó siendo acusado y encarcelado (tras darse a la fuga) por pilotar un avión de contrabando con cannabis desde Sudamérica a su país. Pues bien, Thornton murió en 1985 debido a un fallo del paracaídas al precipitarse al vacío desde un avión sobre Knoxville (Tennessee). Llevaba consigo unas bolsas de lona con quince millones de cocaína, que estuvieron tiradas en un bosque hasta que un oso las encontró. El oso, de noventa kilos, sin saber qué era la cocaína ni qué efectos tendría en él, ingirió entre tres y cuatro gramos. Murió por intoxicación aguda, atestiguó el médico forense, con una dosis “suficiente para matar a cualquiera”. El animal fue hallado muerto por un cazador. La policía atribuyó la bolsa de cocaína encontrada a Thornton, pero advirtió que faltaba todo lo demás, por lo que una persona se habría llevado el resto. Thornton no solo murió aquel día al tirarse del avión, sino que, al hacerlo, mató al oso, aunque no fuera instantáneo. Sin duda, la realidad supera a la ficción. Pero como no tenemos bastante con eso, la historia del oso suscitó el rodaje de una película, que se ha estrenado el pasado abril: Oso vicioso (o Cocaine Bear, en inglés). Una película que divaga en torno a las sangrientas consecuencias de alimentar un oso con cocaína. De una profundidad excepcional2. Las ovejas griegas y las galesas Por restarle drama al asunto, no siempre que hay intoxicación animal accidental las consecuencias son letales. A veces, y si no Oso (Pxfuel, CC0, Pxfuel) 25 “ “LAS DROGAS MÁS COMÚNMENTE INGERIDAS DE FORMA ACCIDENTAL POR ANIMALES DE COMPAÑÍA SON LOS ANTIDEPRESIVOS, LOS ANSIOLÍTICOS Y EL IBUPROFENO “ “EL OSO, DE NOVENTA KILOS, SIN SABER QUÉ ERA LA COCAÍNA NI QUÉ EFECTOS TENDRÍA EN ÉL, INGIRIÓ ENTRE TRES Y CUATRO GRAMOS
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