Cannabis Magazine 234

suelo, aumentando el número de microorganismos que pueden descomponer los nutrientes y hacerlos más disponibles para las plantas, mejorando los rendimientos como consecuencia. Hay líneas de productos desarrolladas para proporcionar a los productores fertilizantes orgánicos que trabajan para crear un suelo vivo para la máxima eficiencia de la planta. Además, hay productos que derivan de varias cepas específicas de bacterias beneficiosas, como Bacillus subtilisy Bacillus amyloliquefaciens. Este tipo de productos fomentan estas interacciones vitales entre el ecosistema de plantas y suelos, y se pueden utilizar en suelos dañados o en entornos sin suelo (cultivo hidropónico), proporcionando a las plantas un entorno más resistente para crecer y prosperar. Otra interacción ecosistémica que vale la pena reconocer ocurre entre plantas y hongos micorrízicos, es una relación simbiótica en la que tanto la planta como el hongo se benefician. Este vínculo surgió temprano en la evolución de las plantas terrestres, hace más de 400 millones de años, lo que permitió muchos años de evolución hasta llegar a un gran éxito. Esta relación comienza cuando los hongos colonizan el sistema radicular de la planta, haciendo que las raíces se expandan para retener más agua y aumentar las capacidades de absorción de nutrientes. Esto permite que la planta absorba nutrientes que no podría sin 41 “ “LOS CULTIVADORES PUEDEN AGREGAR PRODUCTOS CON BACTERIAS BENEFICIOSAS A SU SUELO, AUMENTANDO EL NÚMERO DE MICROORGANISMOS QUE PUEDEN DESCOMPONER LOS NUTRIENTES Y HACERLOS MÁS DISPONIBLES PARA LAS PLANTAS katerynakon (depositphotos)

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