Cannabis Magazine 234

los hongos. Además, las micorrizas pueden proteger a la planta de patógenos transmitidos por el suelo, así como de factores estresantes ambientales como la sequía y la salinidad. A cambio, la planta proporciona al hongo los carbohidratos necesarios para su supervivencia. Como componente natural de los suelos áridos, cuando las micorrizas colonizan el sistema radicular de la planta, pueden mejorar su capacidad de retención de agua y estimular la actividad microbiana en ambientes privados de microorganismos beneficiosos. A partir de estos hallazgos, los cultivadores pueden agregar micorrizas donde hay malas condiciones del suelo para aumentar la actividad biológica, aumentando posteriormente la absorción y regulación de agua y nutrientes por parte de la planta. Como ejemplo tenemos productos que derivan de Glomus iranicum var tenuiphypharum, una micorriza aislada de un ambiente salino que ha mostrado resultados positivos cuando se usa en suelos que han sido perturbados por fertilizantes y prácticas agrícolas intensivas. Las interacciones de los ecosistemas son, en su mayoría, de naturaleza resistente, pero su protección sigue siendo crucial para toda la vida en la Tierra. Este artículo es solo un ejemplo de cuán importantes son las interacciones de los ecosistemas para mantener un equilibrio dinámico entre los organismos y su entorno. Como se mencionó previamente, la biología del suelo es un factor importante en el crecimiento óptimo de las plantas. Por lo tanto, es importante tener en cuenta las relaciones planta-suelo. Al comprender cómo interactúan estas relaciones en un ecosistema natural, se pueden aplicar los mismos principios en agricultura, tanto a nivel profesional, como doméstico. 42 Fokus2017 (depositphotos) Equilibrio dinámico “ “OTRA INTERACCIÓN ECOSISTÉMICA QUE VALE LA PENA RECONOCER OCURRE ENTRE PLANTAS Y HONGOS MICORRÍZICOS, ES UNA RELACIÓN SIMBIÓTICA EN LA QUE TANTO LA PLANTA COMO EL HONGO SE BENEFICIAN

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1