Cannabis Magazine 236

106 de la nada y de los que no había ninguna información. Si los elementos para crear las llaves que activaban los receptores CB1 y CB2 eran tan simples como elegir dos anillos y una cola, las posibilidades de crear moléculas que fueran activas en el sistema cannabinoide endógeno pasaron a ser literalmente miles de posibles compuestos, variando pequeños trozos de esa pieza de ingeniería, ensamblando nuevos átomos y probando variaciones de alguna de las partes que conformaban el todo. Eso, y el hecho de que los compuestos recién creados no estaban prohibidos, fueron el caldo de cultivo que propició —hace ya más de una década— el inició de la catástrofe de los llamados “cannabinoides sintéticos” y que entraron en nuestros mercados como amigables sustancias, mezcladas con yerbas inertes y legales, que producían efectos psicoactivos usando el mismo sistema que usa la planta del cannabis. Hablamos de catástrofe porque, mientras el cannabis es una planta con muchos miles de años de uso y conocida seguridad (y por ende sus compuestos naturales), estos productos conseguían efectos, pero sus efectos iban mucho más lejos de lo esperado, provocando psicosis, derrames cerebrales, parálisis, convulsiones, fallos multiorgánicos y toda una retahíla de daños al consumidor que en algunas ocasiones terminaban en la muerte. A veces, muertos con una calada de un bong y una aparentemente inofensiva yerba, que además era legal y no daba positivo en las pruebas antidrogas, porque si no sabes qué estás buscando, es imposible encontrarlo. Esta etapa, en la que muchos cayeron en la trampa de esos compuestos, sirvió —en cierta forma— de vacuna para que el mercado del cannabis se alejase de esos productos, por muy legales que fueran, debido a los daños que causaban a sus consumidores. En el mercado, desde hace relativamente poco, han aparecido nuevos cannabinoides y algunos están recibiendo mucha atención, como son el HHC o hexahidrocannabinol y el H4CBD o tetrahidrocannabidiol. Empecemos con el HHC. Este compuesto, en contra de lo que se dice en muchos lugares que lo califican como sintético o semisintético, es un cannabinoide presente de forma natural en la planta de cannabis. ¿Por qué lo llaman entonces sintético? Pues porque, aunque es un compuesto natural, los vendedores lo producen de forma sintética, partiendo de otros cannabinoides naturales. Es decir, es tan natural como la vitamina C que puedes comprar en la farmacia, que no la han extraído de las naranjas, sino que la han sintetizado químicamente, pero tu cuerpo (ni nada) podrá nunca distinguir una molécula natural de otra igual que se haya producido en un tubo de cristal. De hecho, el HHC fue sintetizado por primera vez en 1947 por Roger Adams, que era el químico que aisló e identificó estructuralmente por primera vez el CBD en 1940. También se le conoce como THC hidrogenado, porque su producción es bastante simple: se hace reaccionar el THC en una atmósfera saturada de hidrógeno en presencia de catalizadores como el paladio o el platino, de manera que el doble enlace que se encuentra presente en el THC se rompe y la molécula pasa a tener seis grupos hidro (de ahí el hexa-hidro de su nombre) en lugar de los cuatro que tiene el THC. Pero, insisto, es un compuesto que se da de forma natural en la planta, pero en concentraciones muy bajas. ¿Coloca? Pues sí, coloca. Lo hace con algo menos de potencia que el THC, pero coloca y sus efectos son prácticamente similares. ¿Qué ventajas ofrece usar HHC en lugar de cannabis con THC? Pues la primera ventaja es que, de momento, en buena parte de Europa, sigue siendo un compuesto totalmente legal, de manera que los riesgos asociados a consumir o poseer una sustancia fiscalizada se ven disipados, tanto para el productor como para el consumidor. De hecho, otra de las ventajas (aunque esta es para los productores), fue que les permitió dar salida a miles de kilos de CBD que tenían producido y que no “ “EL HHC ES UN COMPUESTO TAN NATURAL COMO LA VITAMINA C, QUE SE ENCUENTRA EN LA PLANTA DE CANNABIS, PERO EN CANTIDADES MUY BAJAS HHC, otra molécula natural y psicoactiva presente en el cannabis, que es muy similar al THC THC, la molécula principalmente responsable de la psicoactividad del cannabis Reportaje

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