Se dice que el abordaje de las drogodependencias ha evolucionado desde un modelo moralista hacia otro biopsicosocial, que tiene en cuenta los aspectos orgánicos, psicológicos y sociales que subyacen en los complejos mecanismos que dan lugar a las adicciones. La discusión de esta primera frase nos daría para escribir un artículo entero; pero asumiremos que es cierto. Al menos el método científico y el modelo médico han sustituido en la mayoría de las situaciones a otros enfoques menos racionales. Parece mejor utilizar benzodiacepinas, cianamida, naltrexona o metadona para tratar una dependencia grave de alcohol o heroína que encomendarse a la Voluntad de un poder superior. Modelos como Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos utilizan este marco conceptual que, de entrada, no parece el más adecuado, si bien es cierto que algunas personas solo salen de su infierno adictivo a través de la redención espiritual. 83 Los ratones son objeto de experimentación animal intensiva Moscas y microelectrodos “ “EL CEREBRO ES MÁS COMPLICADO QUE EL ESTÓMAGO
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