El modelo biomédico sostiene que la adicción es, como las infecciones de orina o la acidez de estómago, una enfermedad. Existen distintos nombres y definiciones que han ido evolucionando en el tiempo (“dependencia a sustancias”, “abuso de sustancias” o “trastorno por consumo de sustancias”). Para diagnosticar una adicción es necesario que existan comportamientos, pensamientos o emociones que no son efectivos o beneficiosos para una persona en su entorno actual, que interfieran con la capacidad de la persona para manejar situaciones cotidianas, resolver problemas o alcanzar metas personales. Estos “patrones desadaptativos” deben producir un malestar para la persona y además implicar una “pérdida de control” sobre el consumo de la droga problema. Explicado de esta forma, creo que no es descabellado definir este cuadro como una “enfermedad” y que los profesionales más adecuados para manejarla no son los cirujanos digestivos o los traumatólogos sino los profesionales de la salud mental. Este modelo médico tiene también sus puntos débiles. Situar a las adicciones en los manuales de salud mental, junto a la esquizofrenia, la depresión o la psicosis maniacodepresiva, convierte al adicto en paciente; y el paciente no tiene culpa de padecer una enfermedad por lo que la responsabilidad individual queda en cuestión. Por otra parte, esta categorización en el campo médico convierte a cada consumidor de drogas en un sospechoso, en un preadicto potencial. No cuestionamos la existencia de los trastornos adictivos, que son una evidencia inmediata para quien se pasee por las inmediaciones de cualquier local de ocio en invierno. Llueva, nieve o haga un frío estremecedor, se notará la presencia de personas para quienes su necesidad de fumar tabaco es más potente que las inclemencias del tiempo. El uso ocasional, puntual y esporádico de tabaco existe, pero, en la práctica, es esta la droga más difícil de manejar, y en la que la mayoría de los consumos son adictivos. Los estimulantes, el alcohol, los opiáceos y otros depresores como las benzodiacepinas o el GHB pueden Salud verde 84 Fumadores en condiciones climáticas adversas El cerebro es el más complejo de todos los órganos “ “CATEGORIZAR ADICCIONES EN SALUD MENTAL CUESTIONA LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL
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