Cannabis Magazine 239

Los experimentos animales que describimos en la primera parte del artículo implican encerrar al pobre bicho en una jaula con una palanca que administra comida y otra palanca que administra droga mientras unos cables cuelgan de su cráneo. En semejante entorno, quizás, drogarse hasta la extenuación sea la opción más sensata. Así que el equipo del psicólogo Bruce Alexander propuso otro marco de investigación. Su experimento "Rat Park" proporcionó a las ratas un entorno mucho más rico y estimulante. Este "parque para ratas" incluía espacios amplios para correr y jugar, abundancia de comida y agua, y la posibilidad de interactuar socialmente con otras ratas. Sus resultados fueron sorprendentes. A diferencia de las ratas aisladas, que solían mostrar un irrefrenable comportamiento vicioso, las ratas en un ambiente más amigable mostraban poco interés en las drogas y las consumían en cantidades mucho menores. Las ratas felices preferían jugar con bolas, tirarse por el tobogán o ligar con otras de su especie que empeñarse en superar la náusea y hacerse adictas a los opiáceos. Como suele suceder en ciencia, el experimento de “Rat Park” tiene sus propias limitaciones y aspectos débiles, pero pone de manifiesto que el entorno y el contexto social juegan un papel crucial en la adicción, desafiando la idea de que la dependencia de drogas está únicamente provocada por las propiedades farmacológicas intrínsecas de las sustancias. Tan solo hace falta pararse a pensar un poco para darse cuenta de que explicar la complejidad del comportamiento humano, basándonos en cómo una rata se comporta en un laberinto o cómo un mono presiona una palanca es tan absurdo como intentar comprender la 85 Un becario medita sobre el sistema mesocorticolímbico “ “ LA HIPÓTESIS DOPAMINÉRGICA NO HA PRODUCIDO NI UN FÁRMACO EFICAZ EN CUARENTA AÑOS

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