Cannabis Magazine 239

Los nitazenos (2-benzilbenzimidazoles) son un grupo de analgésicos opioides que fueron desarrollados por la compañía farmacéutica suiza CIBA, a finales de la década de los cincuenta, pero que nunca fueron aprobados para su uso comercial. Su aparición supuso una ruptura del mantra clásico por aquellos años, según el cual los opioides sintéticos debían tener un parecido estructural a la morfina. Se trata de sustancias más potentes que la morfina y se estima que algunos de ellos podrían ser hasta diez veces más potentes que el fentanilo. Estos dos aspectos hacen que su presencia en los mercados de drogas sea vista como una seria amenaza debido a la escasez de información científica sobre ellos y a que su potencial para causar sobredosis mortales, en algunos casos, puede ser más alto que el otros opioides conocidos. Su estructura química es distinta a la de los derivados del opio y los fentanilos, aunque ejercen su efecto en los mismos receptores por lo que sus efectos también son similares. Como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores, por ejemplo, con los cannabinoides sintéticos, la recuperación de productos sintetizados con fines terapéuticos o de investigación ha servido de base para la puesta en el mercado de sustancias psicoactivas. No en vano, hace casi veinticinco años, Alexander Shulgin1 ya advirtió sobre los nitazenos que “aunque esta línea de la química no es claramente productiva en el ámbito clínico, constituye no obstante un campo fértil para la búsqueda de sustitutos para la heroína que puedan sintetizarse en nuestro país y sean potentes a niveles que inciten a la investigación ilícita”. Los derivados del 2-benzilbenzimidazol o, de manera genérica, los nitazenos, son la familia más reciente en hacer aparición en el mercado de las nuevas sustancias psicoactivas. De todos ellos, los más estudiados son el etonitazeno, el clonitazeno y el metonitazeno, encontrándose los dos primeros ya incluidos en la redacción original de la Lista I de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961. En noviembre de 2023, la JIFE publicó una lista con sustancias de las que no se reconocía ningún uso legítimo. Entre ellas, figuran veintitrés nitazenos: 5-aminoisotonitazeno, 5-metil etodesnitazeno, butonitazeno, clonitazeno, etileneoxinitazeno, etodesnitazeno (etazeno), etonitazeno, flunitazeno, isotodesnitazeno, isotonitazeno, menitazeno, metodesnitazeno, metonitazeno, N-desetil-isotonitazeno, N-piperidil-etonitazeno, N-piperidinil isotonitazeno, Npirrolidino etonitazeno, N-pirrolidino Isotonitazeno, N-pirrolidino metonitazeno, N-pirrolidino protonitazeno, para-hidroxinitazeno, protodesnitazeno, y protonitazeno. Este creciente listado de sustancias da una idea de lo prolífico de este fenómeno. En el momento de escribir este artículo, de las veinticuatro NPS pertenecientes al grupo de los opioides sintéticos ya fiscalizadas desde 2015, cinco son nitazenos: etazeno (2023), N-pirrolidino etonitazeno (2023), protonitazeno (2023), metonitazeno (2022), e isotonitazeno (2021). 99 Opioides sintéticos catalogados por Naciones Unidas como “NPS” y evolución en la identificación de nitazenos a escala global (Fuente: UNODC) “ “SE TRATA DE SUSTANCIAS MÁS POTENTES QUE LA MORFINA Y SE ESTIMA QUE ALGUNOS DE ELLOS PODRÍAN SER HASTA DIEZ VECES MÁS POTENTES QUE EL FENTANILO

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