Cannabis Magazine 240

También se dio pervitina a los pilotos de los torpedos tripulados de la Kriegsmarineconocidos como Neger. Estos minisubmarinos unipersonales (también llamados Kleinkampfmittel) estaban diseñados para ser pilotados en una única misión. La cabina del piloto, aislada con plexiglás, se disponía sobre la misma bomba que transportaban y al que le encomendaban pilotarlo, sabía que le había tocado una sentencia de muerte. Una variación de pervitina, llamada D-IX, fue la sustancia encargada de mantener a estos cadáveres andantes despiertos, mientras estaban atrapados en sus torpedos suicidas, y erradicar los nervios propios del que se sabe muerto. La creciente demanda y el acceso civil generalizado a la pervitina, provocaron una disminución de suministros, que se tradujo en la necesidad de encontrar una nueva mezcla que lograra los mismos efectos que la pervitina. Por eso, se desarrollaron diversas variaciones de “speedballs”, una combinación de estimulantes y opioides elaborada con el objetivo de intensificar los efectos más largo tiempo. De todas las formas de speedballs que produjeron, la que consideraron más prometedora fue D-IX, una mezcla de cocaína, morfina y pervitina2. Desgraciadamente, los testimonios en primera persona de estas sustancias no abundan. Como en el caso de los pilotos de Neger, muchos de los soldados que consumieron pervitina o D-IX, no lograron sobrevivir para relatar su experiencia. Lo que sí sabemos es que la experiencia civil de consumo de pervitina no es en absoluto comparable a la experiencia de aquellos soldados que, bajos sus efectos, se vieron obligados a participar en combates a vida o muerte. Efectos y consecuencias Los relatos de los combatientes supervivientes de la guerra a los que se había dado pervitina llamaron la atención de Otto Ranke, doctor y director del Instituto de Fisiología de Defensa. Él se manifestaba a favor del uso militar de la pervitina, al que consideraba una ventaja estratégica que mantenía despiertas a las tropas, experimentó en estudiantes con la sustancia e incluso era usuario regular. Sin embargo, su opinión se matizó al apreciar síntomas de dependencia entre los soldados, lo que le llevó a pensar (como escribió en sus diarios) en la necesidad de establecer controles médicos para evitar la explotación de la pervitina a gran escala3. La dependencia es uno de los efectos secundarios negativos derivados del uso prolongado de la metanfetamina, pero no el único. Habría que contar también la paranoia, la psicosis, la ansiedad y otros problemas de salud mental y física. 27 “ “MUCHOS DE LOS SOLDADOS QUE CONSUMIERON PERVITINA OD-IX, NO LOGRARON SOBREVIVIR PARA RELATAR SU EXPERIENCIA

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