Cannabis Magazine 240

57 Mirando las muestras en el club Una vez que teníamos las muestras, y aprovechando que el club permanece cerrado durante la mañana, los expertos en CBD y yo nos dirigimos a la asociación. Nuestro primer objetivo fue evaluar la presencia de las muestras. Para ello, desplegamos todas las muestras en una gran mesa, colocando cada una en el empaque provisto por la copa. Con la ayuda de una lupa de gran tamaño, una lupa digital y nuestro viejo microscopio de mano, que ha analizado innumerables muestras y que, a pesar de nuestras limpiezas, siempre parece quedar "sucio" en torno a su carcasa de plástico, procedimos a evaluar el aspecto de las muestras. Aunque este microscopio pueda parecer de calidad modesta, resulta ideal para nuestra tarea. Una vez las muestras estaban dispuestas sobre la mesa, utilizamos estos instrumentos para puntuar su aspecto. Cada uno de nosotros examinó los tricomas tres veces y, siendo cuatro los evaluadores, registramos nuestras valoraciones de forma independiente, sin conocer las opiniones de los demás. Durante la observación, el silencio predominaba, concentrados al máximo en la tarea. Tras recoger todas las puntuaciones, dedicamos un par de horas a analizar el aspecto de las muestras. Acto seguido, procedimos a evaluar el olor, guardando cada muestra tras su valoración para luego abordar otro aspecto, del que hablaremos más adelante. En cuanto al olor, evaluamos cada muestra una por una, asignando nuestras puntuaciones de manera individual. Las muestras fueron seleccionadas al azar para evitar seguir un orden numérico y, así, prevenir que una valoración condicionase a otra. De hecho, utilizamos una nueva hoja de puntuación para cada aspecto evaluado, como el olor y el sabor, garantizando que una evaluación no influyera en las demás. Después de valorar las muestras, tanto en aspecto como en olor, el siguiente paso fue probar el sabor. Juzgando las muestras, primero, liadas A pesar de contar con bongsy vaporizadores en la asociación, decidimos realizar una ronda de cata de forma más tradicional debido a que es el método de consumo preferido por los catadores: porros verdes liados. Para ello, utilizamos 0,5 gramos de cada muestra sin mezclar con tabaco, empleando para la boquilla una combinación de esponja y cartón, tal como nuestros catadores están Cigarrillo solo de cannabis para probar la cata Boquilla con las que hemos probado las muestras Ceniza que deja una de las peores muestras Packaging de las muestras “ “ EL SABOR, AL IGUAL QUE EL OLOR, ES MUY SUBJETIVO. NOOBSTANTE, PARA NOSOTROS RESULTA MÁS SENCILLO EVALUARLO MEDIANTE UN VAPORIZADOR O FUMÁNDOLO EN UN BONG

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1