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El movimiento de las plantas de cannabis

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Normalmente, tendemos a pensar que las plantas, al estar enraizadas, no tienen capacidad de movimiento. Sin embargo, éstas han desarrollado ciertos mecanismos que les permiten cambiar su orientación o la posición de algunas de sus partes.

por Mari SH

Estos cambios de orientación y de posición, así como ciertos movimientos que realizan determinadas especies vegetales en respuesta a algunos estímulos, se conocen con el nombre de tropismos y nastias.

Tropismos y nastias

Si te gustan las plantas en general, habrás podido observar que todas ofrecen, en mayor o menor medida, respuestas concretas ante determinados estímulos. Las hay que incluso tienen capacidad de movimiento inmediato, como algunas plantas carnívoras que se cierran de forma prácticamente automática al notar el contacto con algo. Estos movimientos rápidos y pasajeros de determinados órganos del vegetal que son provocados por algún agente externo se conocen con el nombre de nastias. Sin embargo, la planta de cannabis no tiene capacidad para llevar a cabo este tipo de cambios temporales, por lo que en este artículo nos centraremos en los que sí que les afectan, que son los llamados tropismos.

Los tropismos son movimientos de crecimiento permanentes o cambios direccionales en respuesta a estímulos determinados. Cuando el desarrollo del vegetal se dirige direccionalmente hacia el estímulo, hablamos de tropismo positivo y, cuando apunta en sentido contrario, de tropismo negativo.

Los tropismos también pueden clasificarse en función del estímulo por el que son provocados. La luz, la gravedad, los objetos sólidos y el agua influyen sobre el desarrollo direccional de las plantas, pudiendo alterarlo o dificultar su alteración. Este tipo de estímulos explican muchos de los comportamientos vegetales, como por ejemplo el crecimiento desproporcionado de las plantas solo en algunas de sus partes o por qué es prácticamente imposible que los vegetales crezcan hacia abajo.

Fototropismo

El fototropismo es la respuesta de las plantas hacia una fuente de luz. Esta puede consistir en cambios persistentes como el crecimiento direccional hacia la luz, cambios direccionales temporales hacia ella como el movimiento de los girasoles o en cambios permanentes en dirección contraria a ella, como el crecimiento radicular en sentido opuesto.

El fototropismo es indudablemente uno de los tropismos que nos afecta en el cultivo de cannabis. Como respuesta a la posición de la fuente de luz, sobre todo cuando ésta es estática, las plantas desarrollan mucho más la parte más cercana a ella, orientándose hacia su posición. Por este motivo se recomienda girar con frecuencia las macetas en cultivo indoor, haciendo una rotación de 90º para que el desarrollo sea proporcional. Las raíces, en cambio, presentan fototropismo negativo ya que, al ser sensibles a luz, se desarrollan en dirección contraria a ella.

Además, en exterior, el cannabis también se muestra heliotrópico. El heliotropismo es un tipo de fototropismo que consiste tanto en el desarrollo direccional hacia la luz del sol como en cambios de orientación de las hojas o flores hacia ella. La marihuana muestra ambos, ya que no solo se desarrolla hacia la luz solar, sino que también se pueden observar cambios de orientación e inclinación de algunas de sus hojas (principalmente las de la zona apical) hacia ésta, que apuntan ligeramente hacia el este al amanecer y van siguiendo la posición del astro.

Gravitropismo

El gravitropismo es la respuesta de las plantas a la gravedad terrestre. Los tallos crecen en dirección opuesta a ésta por lo que presentan un gravitropismo negativo, mientras que las raíces, crecen hacia el estímulo gravitacional por lo que presentan gravitropismo positivo. Este es uno de los tipos de movimiento que más influye en la morfología y desarrollo de las plantas, ya que la gravedad es una señal única por sus características: está presente de manera continua, de forma unidireccional y siempre mantiene la misma intensidad. Este fenómeno es el responsable, por ejemplo, de que las plantas que han quedado tumbadas por la acción del viento vuelvan a enderezarse, o de que cuando situamos una maceta orientada hacia abajo permanentemente éstas se tuerzan para crecer hacia arriba. No obstante, se puede modificar la tendencia de este desarrollo mediante la colocación de obstáculos.

Tigmotropismo

El tigmotropismo es la respuesta al contacto con un objeto sólido. Uno de los primeros en observar este fenómeno fue Charles Darwin cuando estudio el crecimiento direccional de las raíces. Al poner una placa de vidrio bajo éstas, observó que modificaban su tendencia a crecer hacia abajo (gravitropismo positivo) por tal de evitar el contacto con la misma. Esto nos lleva a pensar que de alguna forma las plantas pueden “ver” y “tener conocimiento” de aquello que hay a su alrededor o, por lo menos, inmediatamente cercano a ellas.

La marihuana también reacciona mostrando un tigmotropismo negativo (tendencia a evitar el contacto con el objeto), tanto en su parte aérea como subterránea. Por un lado, es bien sabido que el cannabis necesita un sustrato esponjoso para que las raíces crezcan verticalmente hacia abajo a la mayor profundidad posible, ya que cuando se encuentran con un obstáculo dejan de desarrollarse en esta dirección y lo hacen horizontalmente. El hecho de que el cepellón no pueda seguir ahondando en el suelo se traduce en una menor progresión del crecimiento vertical. Por otro lado, la parte aérea de la planta también tiende a evitar el contacto con objetos, con otras plantas e incluso con otras partes de ella misma. Un ejemplo de ello podremos observarlo poniendo dos plantas en una misma maceta, donde si les aportamos los nutrientes necesarios, podrán desarrollarse y manifestarán una evidente tendencia a separarse una de la otra.

Hidrotropismo

El hidrotropismo es la respuesta de las plantas frente a estímulos hídricos. Ésta es fundamental para la supervivencia de las especies vegetales terrestres que dependen de la capacidad del sistema radicular para obtener agua y nutrientes. Aunque es una de las propiedades más importantes de las plantas, está menos estudiada que otros tipos de tropismos como el fototropismo o el gravitropismo, donde sí que se han identificado las sustancias responsables de estos movimientos. Posiblemente ello se deba a la dificultad de establecer un sistema de comprobación que permita diferenciar a gran escala la respuesta gravitrópica de la hidrotrópica. No obstante, mediante la experimentación con plantas mutantes agravitrópicas y otros métodos como cultivos en ambientes microgravitacionales (a muy baja gravedad) en el espacio, se ha podido comprobar que efectivamente el desarrollo direccional de las raíces responde no solo a estímulos gravitacionales, tigmotrópicos y fototrópicos, sino que también ofrece respuesta las señales hidrotrópicas. El cannabis también se rige por estas propiedades, desarrollando sus raíces direccionalmente hacia la humedad.

Traumatropismo

Es la respuesta que ofrecen las plantas a determinados traumas y lesiones. Las raíces presentan un traumatropismo negativo, pues tienden a desarrollarse en dirección opuesta a la zona en la que se ha sufrido la lesión. Por otra parte, la parte aérea se puede considerar que presenta un traumatropismo positivo si tenemos en cuenta que la planta moviliza recursos hacia la zona afectada modificando incluso su morfología. La técnica de cultivo supercropping, en la que se dañan las ramas como método para aumentar la productividad, nos permite hacernos una mejor idea de la respuesta que ofrece el cannabis a determinadas lesiones en su parte aérea. Los ejemplares sometidos a ella, por una parte, refuerzan la zona dañada endureciéndola y, por la otra, las ramas que están unidas a la que está lesionada porque nacen de ésta manifiestan una clara tendencia a reorientarse en sentido vertical, debido al gravitropismo y al fototropismo.

Termotropismo

El termotropismo es la reacción que las plantas muestran ante los estímulos térmicos. Ésta será variable en función de la temperatura a que esté expuesta la planta. A principios del siglo XX, se hicieron experimentos en los que se observó que las raíces de las plantas muestran fototropismo negativo a partir de los 40º, pero por debajo de este límite el tropismo será positivo o negativo dependiendo de la variedad y de la temperatura. En el caso del cannabis, se sabe que una temperatura que esté entre los 22 y los 28 grados en el entorno radicular favorecerá el desarrollo de las raíces. Por este motivo es muy aconsejable colocar una manta térmica para acelerar el enraizamiento de esquejes, aunque tampoco estará de más para calentar la bandeja de cultivo, sobre todo si en los meses de invierno las temperaturas bajan demasiado.

En resumen, aunque las plantas nos parezcan seres estáticos, éstas están en continuo movimiento, solo que la mayoría de las veces éste es tan lento que solamente se hace apreciable con el paso del tiempo. Del mismo modo que los animales, los vegetales también muestran un comportamiento exploratorio que les permite aumentar sus posibilidades de supervivencia y proveerse de agua, minerales o luz. Conocer la reacción de las plantas de cannabis ante determinados estímulos puede ayudarnos a obtener mejores resultados, según la finalidad perseguida. Estas propiedades se usan actualmente en el autocultivo por medio de diversas técnicas como el supercropping o la colocación de mantas eléctricas para favorecer el desarrollo radicular de los clones, sin embargo los factores que causan estas respuestas aún se están estudiando en muchos casos, por lo que su aplicación a la mejora agrícola general y al autocultivo de cannabis en particular todavía están por determinar.

¡Buenos humos y hasta el próximo número!

Bibliografía

James W. Hart. (1990). Plant Tropisms And other Growth Movements. Cambridge: Chapman & Hall.

Sophia Eckerson. (Sep., 1914). Thermotropism of Roots. Botanical Gazette, Vol.58, nº3, (254-263).

Gladys I. Cassab y Yoloxóchitl Sánchez-Guevara. (2008). Mecanismos de desarrollo y fisiología de raíces de plantas superiores. En Una ventana al quehacer científico (213-222). México, D. F.: UNAM.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.

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