Los atletas tendrán acceso a una sustancia legal que les ayudará en su rendimiento y recuperación durante los Juegos Olímpicos de París 2024, bajo estrictas regulaciones antidopaje

El dopaje ha sido un tema recurrente y muy controvertido en el deporte de élite. Las autoridades antidopaje han trabajado incansablemente para garantizar la equidad y la salud de los atletas, implementando rigurosos controles y regulaciones sobre el uso de sustancias. Estas medidas buscan prevenir el uso de drogas que puedan ofrecer ventajas injustas o poner en riesgo la integridad física y mental de los deportistas.

En los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (celebrados en 2021 por la pandemia), el CBD ya estaba permitido para los atletas, marcando un precedente importante en las regulaciones antidopaje. Este componente del cannabis se utiliza por sus beneficios terapéuticos, sin los efectos psicoactivos asociados al THC. En París 2024, los deportistas seguirán teniendo la posibilidad de usar CBD para mejorar su rendimiento y recuperación.

El CBD ha ganado popularidad entre los atletas debido a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Muchos lo utilizan para reducir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la calidad del sueño, factores esenciales para el rendimiento deportivo. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) permite su uso desde 2018, diferenciándolo del THC (el principal compuesto psicoactivo del cannabis), que sigue sin estar permitido en el deporte de élite, aunque su consumo cada vez está regulado y despenalizado en más países.

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Beneficios del CBD y precauciones

El uso de CBD en el deporte de élite presenta ventajas considerables. Muchos atletas lo emplean como alternativa a los analgésicos tradicionales, que pueden tener efectos secundarios adversos. Sin embargo, a pesar de su legalidad, los deportistas deben ser cautelosos al seleccionar productos de CBD, asegurándose de que estos no contengan trazas de THC. Esto se debe a que el THC sigue siendo una sustancia prohibida y su presencia, aunque mínima (a partir de 150 ng/ml en orina), puede resultar en sanciones.

La historia de la atleta estadounidense Sha’Carri Richardson es un ejemplo de que estas normas han continuado aplicándose de manera estricta: Richardson dio positivo por THC y se perdió los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a pesar de ser una de las favoritas para ganar medallas. De hecho, aquel episodio suscitó un gran debate social, y hubo muchos que cuestionaron aquella sanción, especialmente en su país.

Incluso el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó en aquel momento que, aunque “las reglas son las reglas”, podrían cambiar en un futuro próximo. Sin embargo, y pese a que la Agencia Mundial Antidopaje inició un análisis para determinar el estatus del cannabis en respuesta a aquella polémica, desde entonces no ha habido cambios y sigue prohibiendo el THC en deportistas. Además, hay que recordar que hasta 2013 las normas eran aún más duras, pues a partir de 15 ng/ml ya daba positivo.

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En cualquier caso, la legalización del CBD ha supuesto un cambio significativo en las regulaciones antidopaje durante estos últimos años, reflejando una mayor comprensión y aceptación de los beneficios terapéuticos del cannabis no psicoactivo. No obstante, es fundamental que los deportistas y sus equipos estén bien informados y seleccionen productos que cumplan con las normativas establecidas.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.