28 Actualidad legal Los clubes sociales de cannabis: un modelo desbordado donde ha cabido todo El principal y mayor reto a la hora de diseñar y escribir el texto fue sin duda el encaje que debían recibir los CSC, principalmente, y como todo el mundo que no tiene una venda en los ojos sabe, por el hecho de que el mismo ha sido desbordado por su desarrollo anárquico desde su aparición en distintas vertientes muy dispares entre sí debido principalmente al hecho de no haberse regulado a tiempo. Como punto de partida de cara a la toma de decisiones para desarrollar el modelo, planteamos un objetivo clave que ha acompañado el desarrollo del texto: la proposición de ley debía integrar todas las realidades existentes e intentar lograr la transición de las personas usuarias y de todos los operadores informales al mercado regulado. Para ello, había que mirar de frente la cuestión huyendo del idealismo y del romanticismo del modelo clásico de CSC que había sido diluido de una forma muy importante dentro de lo que ahora supone la realidad de los clubes sociales de cannabis. El dilema estaba ahí: regular el modelo clásico y excluir a todos los que no funcionen de esa forma, relegándolos de nuevo a la ilegalidad y la inseguridad jurídica; o regular a todas las actuales entidades que funcionan bajo el paraguas de CSC, distinguiendo el modelo clásico de un nuevo modelo similar, pero acorde a la realidad de su funcionamiento, con una gestión donde las personas socias no participan directamente del desarrollo de la actividad. La respuesta, muy meditada, fue finalmente clara. Teníamos la opción de dotar de coherencia y legalidad a ambos tipos de funcionamiento, no podíamos excluirlos y perder la oportunidad de darles una legitimidad honesta. En base a esto, el texto discierne, por una parte, el modelo CSC cooperativo, entidades asociativas cuyo funcionamiento se basa en la gestión transversal, democrática y participativa. Aquí encajarían los cultivos cooperativos entre personas no convivientes y el modelo de CSC clásico, donde existe una participación de las personas socias en algún punto del desarrollo de la actividad. La implantación de esta actividad no supone el pago de tasas, ni a la dispensación de cannabis se le apareja ningún impuesto debido a que no existe transacción económica “ “ EL PRINCIPAL Y MAYOR RETO A LA HORA DE DISEÑAR Y ESCRIBIR EL TEXTO FUE SIN DUDA EL ENCAJE QUE DEBÍAN RECIBIR LOS CSC VadimVasenin (depositphotos)
RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1