Cannabis Magazine 231

Salud verde 86 no impiden reconocer que estas empresas han contribuido al progreso de la humanidad en el último siglo. Hay grandes corporaciones con reputaciones difícilmente limpiables, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Y con respecto a la industria del tabaco, no es descabellado suponer que, como cualquier otro negocio, quieran mantener vivos a sus potenciales consumidores durante el mayor tiempo posible. Si detrás de esto hay una reflexión ética o un simple cálculo empresarial (sospechamos que lo segundo) es casi lo de menos. El hecho es que el aerosol de los cigarrillos electrónicos contiene muchas menos sustancias químicas tóxicas que la mezcla mortal de miles de sustancias químicas presentes en los cigarrillos convencionales y que tienen una toxicidad sobre las células pulmonares significativamente menor. Estas ideas suelen finalizarse con otras del tipo “no han demostrado ser sanos” y “no son inocuos” (cualidad que comparten con cualquier otro medicamento, objeto o persona). El debate los aspectos sanitarios del cigarrillo electrónico incluye dos aspectos importantes. El primero es su potencial como herramienta para dejar de fumar (avalada por una revisión sistemática de la más alta calidad) y su posible lugar como estrategia de reducción de riesgos y daños en personas que no consiguen dejar de fumar a través de los medios convencionales (hasta un 80-90 % en 3-5 años). El segundo elemento es la protección de la salud de los menores de edad. Este es un objetivo adecuado, pertinente y que corresponde tanto a las instituciones públicas como, sobre todo, a sus familias. A la hora de abordar el fenómeno del e-cig, muchos países de nuestro entorno han optado por presentar el fenómeno con sus distintas facetas y matices, sus pros y sus contras, reconociendo un potencial beneficio a personas en muy alto riesgo a la vez que vigilan por limitar su acceso a menores. Nuestras autoridades sanitarias han preferido el modelo de los Jedi y los Sith, negando cualquier potencial terapéutico o paliativo y presentando el tema de los adolescentes de forma alarmista, exagerada y grotesca. La acusación de ser “la puerta de entrada al tabaco fumado” se adereza con estadísticas retorcidas para convencernos de que la tierra es plana. El informe sobre cigarrillos electrónicos del Ministerio de Sanidad8, publicado en 2020, destaca que los usuarios más típicos de e-cigsson “fumadores que quieren dejarlo Tierno infante atrapado en las redes del Big Tobacco “ “SE SUPONE QUE AL BIG TOBACCOLE INTERESA MANTENER VIVOS A SUS CLIENTES POTENCIALES

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