Cannabis Magazine 234

107 THC, y su nombre como compuesto químico pasó a ser conocido como Rimonabant. Una de las cosas más evidentes que ocurre con el cannabis y su uso es que provoca hambre en la mayoría de los usuarios, así que, usando la lógica más elemental, los investigadores asumieron que si un agonista que activa el receptor CB1, provoca apetito, un antagonista debería no provocarlo e incluso causar lo contrario: reducir el apetito. Así que lo probaron como ayuda para adelgazar, y ―entre otros muchos efectos, recordad lo extendido que está dicho sistema en el cuerpo― sin ser un milagro, parecía ayudar a bajar peso (siguiendo a la vez una dieta). Aunque cuando se prueban nuevos fármacos, se suelen probar para diversas dolencias e incluso según van apareciendo efectos no esperados, para fines totalmente distintos. Eso ocurrió con la Viagra (sildenafilo), que era un fármaco para reducir la presión en los pulmones, pero los que lo tomaban informaron a los médicos de que provocaba estupendas erecciones.... y el resto de la historia ya la conocéis todos. El Rimonabant se probó también para la diabetes, ya que el adelgazar es de las mejores cosas que pueden hacer los diabéticos, y contra la ateroesclerosis, que es la formación de placas de grasas y colesterol en las paredes de las arterias, e incluso se llegó a experimentar con el como droga para ayudar a los fumadores de tabaco a dejar de fumar. A la vez, probaron con otras variantes de esa molécula, como una llamada AVE-1625 o Drinabant, para cosas como el Rimonabant pero incluyeron además probarla contra la esquizofrenia, el Alzheimer y el Parkinson. Finalmente, para la única cosa que parecía ser capaz de demostrar efectos en los estudios, era la pérdida de peso por suprimir parte del apetito de las personas; y cómo tal, se lanzó al mercado: era el nicho de ventas más provechoso, ya que no había fármacos que quitasen el apetito sin tener efectos secundarios muy potentes, como por ejemplo la anfetamina o la metanfetamina. Tras pasar (nadie se explica cómo) los ensayos clínicos preceptivos, Sanofis-Aventis consiguió el permiso de la Agencia Europea del Medicamento para venderlo con esa indicación. Curiosamente, solo consiguió el permiso en Europa y nunca fue autorizada en Estados Unidos. Así pues, en el año 2006 se empezó a vender como fármaco, de nombre comercial “Acomplia”, para ayudar en las dietas de personas con sobrepeso. No hacía falta ser enormemente gordo, porque con 175 centímetros y 92 kilos, se te considera obeso, y las indicaciones lo permitían incluso para gente con menos peso. Así que, con 175 centímetros y 83 kilos, también estabas dentro de los posibles receptores del fármaco, por sobrepeso. Los efectos desconocidos del Rimonabant: el agonista inverso Recordemos que estaban manejando un fármaco que afectaba a un sistema superextendido en el cuerpo y que apenas se conocía. Así que, además de moderar ligeramente el apetito, tenía otro montón de efectos no conocidos, y estos fueron terribles. El fármaco producía efectos como depresión, ansiedad, ideación suicida y suicidios consumados, aparte de daños a distintos tejidos y al funcionamiento de otros sistemas. Se descubrió que no era un antagonista, sino un agonista inverso, y que incluso era un agonista del “receptor mu” del sistema opioide endógeno (el que controla el dolor). Era como usar misiles nucleares para matar mosquitos. De hecho, en un estudio que se hizo con él, con dos grupos de pacientes ―uno que tomaba el fármaco y otro que tomaba un placebo sin efecto― dejó bien claro que era un peligro enorme: en el grupo que tomaba el fármaco, hubo cinco suicidios consumados, mientras que en el que tomaba el placebo, hubo uno. A pesar de eso, el fármaco estaba en el mercado y la Agencia del Medicamento, en lugar de retirarlo desde el primer momento, simplemente cambió el prospecto para avisar del peligro de efectos psiquiátricos adversos. Paradójicamente, esto fue suficiente para que otras compañías farmacéuticas Estructura de la molécula del Rimonabant, donde se puede apreciar que es completamente diferente a las de los cannabinoides de origen natural, como el CBD o el THC “ “EN 2006, LA AGENCIA EUROPEA DEL MEDICAMENTO APROBÓ EL USO DEL RIMONABANT PARA PERDER PESO, CON EL NOMBRE COMERCIAL DE “ACOMPLIA”, Y SE EMPEZÓ A VENDER EN ESPAÑA A PARTIR DE ENTONCES

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