de la Narcoburocracia de Naciones Unidas) seguirá “expresando su honda preocupación” al respecto. Es natural para un organismo cuyas principales funciones son estar siempre preocupado y dificultar la investigación científica. Pero parece que no les va a faltar trabajo. Tras el cannabis, la MDMA y los psiquedélicos van acumulando ensayos clínicos que sugieren con cada vez más fuerza su papel como fármacos en ciertas patologías. Entre los múltiples factores que explican este fenómeno llama la atención uno en concreto: la imagen que transmiten los principales medios de comunicación estadounidenses en relación con los psiquedélicos. En lugar de llevar a las portadas cada caso de brote psicótico asociado a LSD o golpe de calor producido por MDMA, desde hace años los medios transmiten una imagen mucho más contenida sobre los psiquedélicos, evitando los aspectos más catastróficos y destacando (a veces de forma demasiado entusiasta) sus usos terapéuticos. En concreto el uso de psiquedélicos entre los magnates y gurús de Silicon Valley es un tema recurrente desde hace años en los principales medios estadounidenses1, 2, 3 y 4. Las drogas no se asocian a marginación social, enfermedad mental y problemas, sino a la excelencia intelectual, la innovación y al éxito tecnológico y empresarial. Steve Jobs declaró que “tomar LSD estaba entre las dos o tres mejores cosas que había hecho en su vida”5 y Elon Musk escribió hace unos meses en Twitter que “conocía más personas beneficiadas por la ketamina y los psiquedélicos que por los antidepresivos y las anfetaminas”. El empresario y escritor Tim Ferriss (autor de uno de los podcasts más populares de Estados Unidos, con más de 900 millones de descargas) es otro gurú de los psiquedélicos que ha donado más de dos millones de euros para la investigación en terapia psicodélica6. Mientras los magnates de las nuevas tecnologías expresan con toda naturalidad sus experiencias y opiniones sobre los psiquedélicos, Barack Obama sigue siendo el único presidente de Estados Unidos que reconoció en 1995 la interacción, de forma ocasional y en su juventud, de los cannabinoides de la planta con sus receptores cerebrales7. Bill Clinton declaró algo parecido en 1993, pero aclaró que no se había tragado el humo por lo que suponemos que únicamente conoció el sabor de la marihuana. Salud verde 84 Silicon Valley, zona cero del renacimiento psiquedélico “ “ LOS MAGNATES DE SILICON VALLEY HABLAN CON NATURALIDAD DE LA LSD Y LA MDMA “ “LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ESTADOUNIDENSES HAN CAMBIADO SU DISCURSO SOBRE LOS PSIQUEDÉLICOS
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