Cannabis Magazine 234

En relación con las posibilidades terapéuticas de los psiquedélicos, podemos distinguir dos variantes. La “terapia psiquedélica clásica” busca aprovechar las propiedades únicas de estas sustancias (percepciones sensoriales intensificadas, cambios en la cognición y experiencias emocionales profundas) en una o dos sesiones en las que se administran dosis completas de LSD, MDMA, psilocibina o ketamina en un entorno controlado. Siempre se acompaña de un trabajo psicoterapéutico que comienza varias semanas antes de la experiencia y se mantiene después. Este enfoque supone un paradigma distinto al de la medicina y la farmacología convencional, en la que los psicofármacos (antidepresivos, ansiolíticos, estabilizadores del ánimo, antipsicóticos…) se administran de forma diaria para producir sus efectos. Aunque la terapia psiquedélica utiliza un enfoque innovador y diferente, los ensayos clínicos siguen las mismas normas y el mismo proceso de evaluación que se exige para cualquier otro fármaco. Pero en este artículo nos centraremos en la segunda variante, que también aparece asociada a Silicon Valley en la cobertura de los principales medios de comunicación internacionales: las microdosis. El uso de microdosis consiste en tomar dosis muy bajas de estas sustancias, entre el 5 y el 10 % de lo que se considera una dosis recreativa. Por ejemplo, si consideramos que una dosis típica de LSD para fines lúdicos oscila entre los 100 y 150 microgramos, una dosis de microdosingsería de unos 10 microgramos. Estas cantidades son tan pequeñas que no producen los efectos psiquedélicos típicos, como la alteración en la percepción visual o en el curso y contenido del pensamiento, sino que se supone que tienen efectos más sutiles y beneficiosos sobre el funcionamiento cognitivo, emocional o físico. Sus defensores sostienen que el uso habitual de psiquedélicos en dosis por debajo de las necesarias para producir efectos mentales tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo, la atención, la creatividad, el bienestar o la salud mental; pero la mayoría de los datos provienen de la experiencia de personas que utilizan microdosis por su cuenta. Esto da lugar a limitaciones metodológicas muy importantes, cómo la falta de control sobre la dosis, la pureza, la frecuencia o el efecto placebo. Este último aspecto es particularmente importante. Aún no se dispone de una explicación convincente al hecho de que las sustancias inertes produzcan beneficios sobre la salud cuando se administran con intención terapéutica. No tiene nada que ver con la simulación, la sugestión, la manipulación o el engaño. El efecto placebo aparece y está descrito en fármacos contra el cáncer y antibióticos. Pero son particularmente importantes en el ámbito de la salud mental y en relación con efectos tan sutiles e inespecíficos como aquellos que producen, supuestamente, las microdosis. Algunos de los argumentos de los detractores tienen fundamento. Para conocer la eficacia de un fármaco suele ser necesario cuantificar los efectos que produce. Podemos medir la tensión arterial o 85 La terapia psiquedélica precisa de un entorno adecuado “ “ “ “ LA TERAPIA PSIQUEDÉLICA CLÁSICA CONSTITUYE UN ENFOQUE INNOVADOR LAS MICRODOSIS IMPLICAN EL USO DE PSIQUEDÉLICOS EN DOSIS MUY BAJAS

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