Cannabis Magazine 236

animales, y los primeros ensayos clínicos revelaron una interesante propiedad: no causaba depresión de la función cardiovascular y respiratoria. Sin embargo, tenía un inconveniente: había pacientes que entraban en un estado de excitación intenso y delirio que podía prolongarse durante más de doce horas con una única dosis. Otras sustancias parecidas, como la eticiclidina (PCE), parecían producir también efectos similares, lo que frustraba el intento de Parke-Davis de obtener un compuesto anestésico que tuviera menos efectos secundarios. Es en este punto donde aparece la contribución de Calvin Stevens. De todos los compuestos que se crearon, el sintetizado por él fue el que obtuvo unos resultados más prometedores. Dos años más tarde, Parke-Davis contrató a los doctores Guenter Corssen y Edward Domino para que realizaran el primer ensayo clínico con ketamina en 1964 con voluntarios de la prisión de Jackson, en el Estado de Michigan. Un día, mientras el doctor Domino hablaba con su mujer y le contaba que los pacientes, bajo el efecto de la ketamina, parecían desconectados de su entorno, ella le sugirió el término de “anestésico disociativo” (Domino y Warner, 2010). Aunque no estaba exenta de los mismos efectos que la PCP y otros análogos, Domino dedicó los siguientes años a “domar al tigre de la ketamina” para reducir la emergencia de delirios en la recuperación de la anestesia, para lo cual probó diferentes combinaciones con sedantes y tranquilizantes como el diazepam, el midazolam, la clorpromacina o el propofol (Domino y Warner, 2010; Mion, 2017). Precisamente, los mismos efectos psiquedélicos que producía la ketamina en los contextos clínicos fueron los que despertaron la curiosidad de los primeros consumidores recreativos. La Food and Drug Administration (FDA), que en 1970 había aprobado su uso en humanos, tardó solo ocho años en comenzar a mostrar su preocupación por el uso no médico que se estaba haciendo de la sustancia, sobre todo cuando son publicados, en 1978, dos clásicos de la literatura psiconáutica sobre la ketamina: el Journeys 100 Control de riesgos Ed Domino fue el primero en realizar estudios clínicos con la ketamina y buscar métodos para reducir sus efectos secundarios “ “ DOMINO DEDICÓ LOS SIGUIENTES AÑOS A “DOMAR AL TIGRE DE LA KETAMINA” PARA REDUCIR LA EMERGENCIA DE DELIRIOS EN LA RECUPERACIÓN DE LA ANESTESIA, PARA LO CUAL PROBÓ DIFERENTES COMBINACIONES CON SEDANTES Y TRANQUILIZANTES COMO EL DIAZEPAM, EL MIDAZOLAM, LA CLORPROMACINA O EL PROPOFOL Taming the ketamine tiger (Domando al tigre de la ketamina)

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