Cannabis Magazine 236

119 Como vemos, muchos artistas han hablado de su perspectiva acerca de este trío y bien parece que el arte, al final, sigue ejerciendo su rol de modo expresión. Con marihuana en la religión o sin ella, en tanto que ambas cosas preocupen al ser humano y este las relacione en su existencia, el arte estará ahí para ser transmisor objetivo de este diálogo. Como siempre. La religión y el cannabis, ¿viejos amigos? La afirmación de Alex Grey es correcta y contrastada: el cannabis ha acompañado al hombre desde tiempos inmemoriales como recurso incluido en sus rituales religiosos y espirituales. Bien si ahondamos en la cultura occidental y ponemos la lupa en los griegos o en la mitología germana, bien si profundizamos en el mundo oriental y observamos el budismo o el taoísmo o, incluso, como se viene aclamando desde hace poco, si analizamos con tino la Biblia, encontramos la presencia del cannabis. Ya Heródoto (484- 425 a.C.), el historiador griego, mencionaba el uso del cannabis por pueblos escitas de Asia en sus crónicas, en las que informaba de rituales en que se quemaban las semillas de la planta para inhalar sus vapores. Y debían contener algo de polen pues provocaban gritos de alegría. Aunque, bien es cierto que no se han encontrado pruebas materiales que lo atestigüen. El interés por el cannabis para religiones de origen asiático y para las prácticas religiosas y rituales de las culturas indígenas americanas ya es harto conocido, aunque merece la pena mencionar el hinduismo, que cuenta con su propio dios del cannabis. Shiva4, el dios hindú, fue el que introdujo, según cuenta la tradición, el cannabis tras conocerlo en uno de sus viajes por el mundo, al dormir bajo una planta de maría y refrescarse con sus hojas. Por eso se justifica el consumo del bhang, o bebedizo compuesto de cogollos, leche, especias, miel o azúcar, que se ofrece como símbolo de hospitalidad, por ejemplo, en ceremonias matrimoniales, aunque no es este el único modo de uso que el hinduismo viene practicando. La nota divertida en todo esto curiosamente la pone la Biblia. Recientes estudios5 publicados, respaldados por profesionales tan diversos como etimologistas, lingüistas, antropólogos y botánicos, tratan de explicar la existencia de una confusión en la traducción del texto sagrado por la que se habría traducido por “cálamo” lo que en realidad sería “cannabis” (en la Biblia aparece como kaneh-bosem). De ser así, y como se relata también en los textos, Jesús o el messiah (literalmente “ungido por el aceite”), habría ungido también a sus apóstoles con el aceite cannábico y los habría animado a hacer lo mismo para curar “milagrosamente” las enfermedades físicas y mentales a otros, como nos habría contado Marcos (Marcos 6:13): “Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y sanaban”. “ “LOS TESTIMONIOS QUIZÁ MÁS ANTIGUOS DEL USO DEL CANNABIS EN RITUALES RELIGIOSOS HAN SIDO PROPORCIONADOS POR UN PAR DE RECIENTES HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS Sadhu fumando ganja en Calcuta (Biswarup Ganguli, CCBY-SA 3.0, Wikipedia) Shiva y Parvati preparan el bhang, en el museo Guimet de París (Jean-Pierre Dalbéra, CCBY-SA 2.0, Flickr)

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1