Cannabis Magazine 236

120 (Hitler en Austria, consolidación del totalitarismo soviético, fractura de la izquierda internacional, Guerra Civil española, etc.) y aprovechando para impartir conferencias. Allí, Diego Rivera y Frida Kahlo lo acogerán en su casa a él y a su mujer, para que puedan prolongar su estancia fuera de Francia. La pareja de artistas mexicanos lo puso en contacto con León Trotski, y entre los dos y Rivera firmaron y publicaron el Manifiesto por un Arte Revolucionario Independiente (1938). En él, como bien explica Jaime Moreno Villarreal, el movimiento artístico vira hacia la política y pretende convertirse en instrumento de propaganda: “Deslindó la creación artística revolucionaria del yugo del Estado y de los partidos, y aparejó finalmente, como lo ambicionaba Breton, la vanguardia artística con la política. Una trenza semejante formaba parte de su proyecto de conferencias en México: plantear el surrealismo en el marco de la historia y la filosofía como consumación necesaria del arte con la revolución”2. En el prólogo de Aldo Pellegrini para la edición traducida por él de Los Manifiestos Surrealistas, este nos explica cómo ha sobrevivido al tiempo el popular texto: “plantea la importancia del surrealismo como concepción ética, y es en gran parte polémico. Quizás esa polémica peque por demasiado violenta, y quizás haya en ella un exceso de interpretaciones de hechos ocasionales que el tiempo ha demostrado erróneas, pero de todos modos es el documento de un estado de espíritu, de un modo apasionado y viviente de ser testigo del mundo y de lo que en él acontece. Este modo de vivir con pasión lúcida es el lema de un hombre que todo lo ha sacrificado a esa pasión y a esa lucidez” (Breton, 2001). Años más tarde, en 1942, trasladado a Nueva York en un exilio que se dilatará cinco años, publicará Prolegómenos a un tercer manifiesto o no, también denominado el Tercer Manifiesto. Breton y el cannabis André Breton era un asiduo consumidor de hachís y su obra es de presencia obligada en toda biblioteca cannábica que se precie: “La mariguana tiene una posición firme en la literatura. Moreau de Tours, Teófilo Gautier, Charles Baudelaire, Alfred Jarry, André Breton, Ernst y muchos más […] hacen de la hierba personaje importante en sus obras”3. Sin ir más lejos, en su primer manifiesto, alude al cannabis, en la forma de hachís, para crear un paralelismo entre este y el surrealismo; paralelismo que no es caprichoso si tenemos en cuenta la gran influencia de nuestra planta amiga en la producción pictórica de los artistas franceses del siglo XIX y XX (El club del hachís, Baudelaire…): “Por muchos de sus aspectos el surrealismo se presenta como un vicio nuevo, que no parece ser atributo exclusivo de algunos hombres, y que, Pensamiento psiquedélico Transparencia (1935), de Francis Picabia (cea+, CCBY- SA 2.0, Flickr) La resistencia (1944), de André Masson (Grégory Lejeune, CCBY 0, Flickr) “ “EL MOVIMIENTO ARTÍSTICO VIRA HACIA LA POLÍTICA Y PRETENDE CONVERTIRSE EN INSTRUMENTO DE PROPAGANDA

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