El mito de Santa Claus pudo haber nacido de esta relación. Humanos se aprovechan de los animales para usarlos con estas sustancias. Las drogas y algunos animales tienen estrechas relaciones, parecidas hasta cierto punto al comportamiento de los seres humanos.

Existen los acercamientos naturales de los animales hacia sustancias que alteren su estado de conciencia, y hacen que algunos, generalmente son peligrosos y huraños, se vuelvan juguetones y tranquilos. Quizá el caso más famoso sea el de los renos del Círculo Polar Ártico, quienes comen una seta llamada Amanita muscaria.

Común en la región, los chamanes la usaban para rituales sagrados, y se afirma que tras consumirla se crea la sensación de volar, con lo que se afirma que este fue el origen del mito de Santa Clos y sus renos voladores.

Por otra parte, existen también las relaciones indirectas de los animales y las drogas, como en el siguiente caso: los monos vervet que viven en el Caribe -aunque su hábitar esté en África- se han vuelto adictos al alcohol, que roban y luego se ponen como muchos seres humanos cuando se pasan de copas.

La experimentación, posibilidades y maltrato

Pero está la exposición directa por los humanos. La experimentación con animales está muy arraigada en los laboratorios, donde se prueban sustancias que posteriormente son usadas en seres humanos. Con este método se pueden probar sustancias que ningún humano dejaría que le inyecten, por ejemplo, en embarazos. Sin embargo, activistas de todo el mundo se oponen sistemáticamente a esta forma de hacer ciencia.

Según un ensayo del sitio Universo Animal, el principal problema que tiene la experimentación es una pregunta:

¿Qué nos dicen realmente los resultados de los estudios animales acerca de los humanos? Esto debido a que si bien hay mucha precisión en las investigaciones, muchas veces ocurren resultados sutiles que son poco claros y podrían poner en riesgo a personas por no ser aclarados a tiempo.

La alternativa que se está costruyendo en Europa, pero sólo para cosméticos. Un poco de piel humana reconstruida en laboratorios, llamada Episkin, servirá para analizar las reacciones ante nuevos productos que se comercializarán cotidianamente.

Tráfico y detección de sustancias ilegales

Pero ahora, los animales también son usados para crear drogas con fines médicos. La compañía GTC Biotherapeutics alteró genéticamente a cabras para que den leche con más antitrombina, una proteína que sirve para desactivar varias enzimas de la coagulación, y que puede servir para combatir enfermedades como la hemofilia.

Finalmente, los perros y otros animales son usados en el tráfico de sustancias ilegales y en su combate. Animales son abiertos para introducir droga dentro de sus cuerpos, y después son asesinados para sacarla. Y por otro lado, perros son adiestrados para detectarlas, así como explosivos.

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