El bótox ya no se utiliza solamente en cirugía estética, sino que ha surgido una nueva aplicación: el exceso de sudor.
Estudios clínicos han mostrado que la hiperhidrosis o sudor excesivo afecta en un 70 por ciento la autoestima y la interacción social cotidiana de las personas. La mala noticia: en época de calor, se incrementa.
Este trastorno tiene un impacto negativo en las relaciones con familiares y amigos, actividades deportivas y desenvolvimiento en lugares públicos. Se sabe que un 26 por ciento de las personas que lo padecen se ha encontrado en alguna situación incómoda por culpa de su sudor. Además, puede perjudicar el desempeño laboral y la productividad.
¿Qué es?
La Sociedad Internacional de Hiperhidrosis registra que el 3 por ciento de la población padece este trastorno; sin embargo, se cree que este porcentaje es mayor, pero no existe un registro claro porque muchos lo consideran como una condición normal, la cual asocian con la falta de higiene y descuido.
¿Cómo combatirla?
Cuando no se puede encontrar la causa específica de la hiperhidrosis, se denomina primaria. Tiene hasta un 50 por ciento de antecedentes familiares directos y, comúnmente, es provocada por ansiedad nervios y estrés.
Se le conoce como secundaria cuando se debe a otros padecimientos como hipertiroidismo, obesidad, menopausia, uso de medicamentos como antidepresivos, trastornos psiquiátricos, abstinencia a alcohol o drogas, hipoglucemia, enfermedad de Parkinson, etcétera.
También se presenta en palmas de la manos y plantas de los pies. Un 5 por ciento presenta hiperhidrosis cráneo-facial y del tronco (resto del cuerpo).
A pesar de que está bien documentado que es más severa y frecuente en hombres que en mujeres, son éstas las que más acuden en busca de tratamiento médico urgente.
En la actualidad se han desarrollado numerosas alternativas de tratamiento. El más conocido y utilizado por su accesibilidad es la aplicación de soluciones tópicas con una gran concentración de cloruro de aluminio.
Existe un procedimiento quirúrgico conocido como simpatectomía, una operación que se realiza con anestesia general y consiste en cortar las terminaciones nerviosas responsables de generar el proceso de sudoración excesiva.
El uso de Botox ha sido aprobado por asociaciones como la FDA (Food and Drug Administration) porque actúa directamente como un inhibidor, bloqueando los nervios de la sudoración.
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