La venta legal de marihuana en Estados Unidos es una realidad, gracias a la aprobación oficial de las primeras máquinas que expenden marihuana para uso medicinal.
Recordemos que, de acuerdo con la normativa del estado de California es legal el uso medicinal de la marihuana; en otros estados norteamericanos también hay regulaciones que permiten la instalación de estas máquinas en el entorno de los colectivos que usan esta planta. Así, la instalación de las PVM (Prescription Vending Machine) se realiza en centros de salud o instalaciones de colectivos autorizados de usuarios de marihuana.
El consumidor realiza su selección en la máquina a través de una pantalla táctil, con un menú en el que puede elegir hasta 50 medicinas en cuatro dosis: 1, 3.5, 7 y 14 gramos. El producto se dispensa en pequeños botes medicinales en los que se encuentra un saquito con la cantidad de marihuana seleccionada.
La unidad de tecnología biométrica integrada en el sistema permite un reconocimiento fácil y rápido de la huella digital del comprador.
El pago del producto se realiza a través de tarjetas prepago personales, de forma que se asegura la confidencialidad del usuario y el control sobre el consumo.
El inventor de la máquina, Vincent Mehdizadeh, afirma que el objetivo inicial de la PVM es «que funcione como una herramienta segura y responsable, un inventario para los pacientes y colectivos que utilizan la marihuana de forma medicinal y para que éstos puedan trasladar sus quejas a la Administración. Si por fin consideramos la marihuana seriamente como una medicina, necesitamos un método estándar para dispensarla en el momento; la máquina cumple con esto y con mucho más. Esta expendedora funciona de acuerdo con la normativa estatal y local, de forma íntegra y legítima».
La empresa fundada por Mehdizadeh ya ha establecido delegaciones en Tokio, Londres y Toronto, además de sus oficinas en Nueva York y California.