La Guardia Civil ha desmantelado en Cáceres la mayor plantación de marihuana hallada hasta la fecha en Extremadura, con un total de 22.000 plantas, que tendrían un valor de 14 millones de euros y que cuidaban nueve personas que vivían y dormían en colchones y tiendas de campaña ubicadas en el perímetro de la finca.
Los detenidos, de nacionalidad albanesa, vivían en pésimas condiciones de higiene y salubridad; de hecho, guardaban su comida y enseres personales en bolsas de plástico, han informado este martes en rueda de prensa la delegada del Gobierno, Yolanda García, y el general jefe de la Guardia Civil en la región, José Luis Gómez.
Además de estas nueve personas, los efectivos del instituto armado han detenido al propietario de la finca, localizada en el término municipal de Alcúescar (Cáceres) y con una extensión cercana a las cinco hectáreas.
El valor de mercado del producto aprehendido, más de 20 toneladas de marihuana (a razón de un kilo por cada planta), rondaría los 14 millones de euros, según ha explicado este martes en rueda de prensa la comandante jefe de la Guardia Civil en la capital cacereña, María Jesús Pascual.
Tanto García Seco como José Luis Gómez han calificado esta operación, denominada Centinela Verde, de “importantísima” y en la que han actuado más de 30 agentes del citado cuerpo armado. “Se trata de un éxito sin precedentes” en la región en la lucha contra el tráfico de drogas, ha agregado la delegada.
Además de las plantas, los agentes localizaron 281 kilos de cogollos y abundante material para el cultivo, recolección y secado de la marihuana.
La investigación fue iniciada a principios de agosto por agentes del Equipo ROCA de la Comandancia de Cáceres cuando una inspección de caminos y fincas permitió localizar la finca utilizada para la plantación de las plantas.
La finca, con una orografía compleja y con parapetos que dificultaban su localización, estaba arrendada a una persona de la localidad cacereña de Arroyomolinos y su propietario, según ha explicado Pascual, no tenía conocimiento del uso que se le daba a los terrenos.
Además, contaba con vigilancia en sus límites, así como una balsa de agua de grandes dimensiones para un “sofisticado” sistema de riego por goteo de las plantas.
En la operación, llevada a cabo el 28 de agosto, los agentes hallaron a nueve varones de nacionalidad albanesa y en situación irregular, que realizaban labores de cultivo y recolección de las plantas, así como de secado, tratamiento y envasado de los cogollos para su posterior venta.
Según la Benemérita, estos permanecían prácticamente las 24 horas del día en el interior de la finca, durmiendo en tiendas de campañas y colchones en distintos puntos del perímetro de la plantación para controlar el cultivo y evitar ser vistos por la zona, viviendo en “pésimas condiciones” de higiene y salubridad.
Estas nueve personas fueron arrestadas como supuestos autores de un delito contra la salud pública, y al responsable de la finca, un vecino de Arroyomolinos (Cáceres), por posibles delitos de tráfico de drogas, trata de seres humanos y contra los derechos de los trabajadores.
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.