Los mexicanos se muestran divididos sobre la reciente propuesta del ex-presidente Vicente Fox de legalizar las drogas, al tiempo que el gobierno de Estados Unidos consideró que no es la respuesta.
Cuando Fox escribió el domingo en su blog en internet que «debemos pensar en legalizar la producción, distribución y venta de las drogas», ello fue la propuesta de mayor alcance hasta ahora sobre la materia presentada por alguien de alto perfil en un país donde han muerto más de 28,000 personas en la lucha del gobierno actual contra los narcóticos.
Pero la mayoría en México coincide en que la posición de Estados Unidos pesa mucho en el debate, abierto la semana pasada por el presidente Felipe Calderón cuando dijo que, aunque no está de acuerdo con la legalización, no se opone a un debate nacional sobre ella.
El Departamento de Estado norteamericano dijo el lunes que «la cuestión en torno a debatir respecto a la legalización de las drogas es algo que corresponde decidir a los mexicanos».
Pero una vocera del departamento, la cual pidió guardar el anonimato porque no está autorizada a revelar su nombre, señaló el lunes que la posición de la dependencia es que «no creemos que la legalización sea la respuesta».
Perdió la fuerza
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, A. C. expresó un punto de vista similar: «La propuesta de legalización de las drogas para erradicar la violencia en el país es equivocada porque se basa en una profunda incomprensión del problema que vive México y en eludir su causa central, que no es otra que la pérdida del monopolio de la fuerza por parte del Estado».
La asociación civil se refería así a que los cárteles del narcotráfico se han extendido más allá de las drogas para realizar secuestros y extorsión, y utilizan granadas y lanzagranadas para enfrentar a policías y soldados.
Otros señalan que incluso el momento de abordar el tema del debate estaba determinado por acontecimientos en Estados Unidos, donde los votantes de California decidirán en noviembre sobre la Propuesta 19, la cual permitiría a los adultos poseer hasta 28 gramos (una onza) de marihuana, y a los gobiernos locales imponer impuestos sobre su venta.