El consistorio quiere preparar una regulación que determine en qué condiciones se pueden ubicar estas entidades en la ciudad y con qué requisitos ambientales

El ayuntamiento de Barcelona ha ordenado el cese de la actividad de 49 asociaciones de cannabis tras detectar deficiencias en su funcionamiento y problemas de convivencia con el vecindario, y ha precintado en las últimas horas 13 de estos locales por hacer caso omiso de dicha orden.

Según informa en consistorio barcelonés, el Ayuntamiento ha inspeccionado todas las asociaciones de cannabis de la ciudad y tiene previsto actuar contra aquellas que incumplan alguna norma o causen molestias en los vecinos.

En el 34 % de los 145 locales inspeccionados se ha constatado alguna anomalía y se ha procedido a notificar una orden de cese, y en las últimas horas la Guardia Urbana ya ha precintado 10 locales en el distrito de Ciutat Vella y otros tres en Horta-Guinardó. Además, siete locales han interrumpido la actividad al recibir la notificación del Ayuntamiento.

Con estas inspecciones, según las mismas fuentes, se quiere actuar contra los clubes que vendan de forma ilegal cannabis, que no se adecúen a sus propios estatutos, hagan publicidad o inciten al consumo, y que al amparo de la catalogación de club privado hagan un local de pública concurrencia.

También se comprueba si no se han inscrito los estatutos en la Dirección general de Derecho y Entidades Jurídicas porque la finalidad de la asociación es ilícita, si pueden acreditar el origen de las plantaciones, que la salida de humos no genere molestias a los vecinos y si han presentado algún comunicado de apertura al Ayuntamiento.

El Ayuntamiento ha recalcado que con esta actuación quiere velar por que las condiciones de apertura de estos tipos de establecimientos estén de acuerdo con la finalidad legal y de autoconsumo, y evitar que actúen de locales de pública concurrencia y generen problemas de convivencia con el vecindario.

Un incremento importante

En los últimos años se ha detectado un incremento importante del numero de asociaciones destinadas al suministro y consumo de cannabis, tanto en Barcelona como en otras ciudades españolas, y su proliferación ha tenido su origen en la carencia de regulación de este fenómeno.

La legislación española no prohibe el consumo ni la tenencia de pequeñas cantidades de droga para consumo propio, pero sí elconsumo en espacios públicos, cultivo, elaboración, tráfico, promoción, favorecimiento y facilitación del consumo.

El Ayuntamiento quiere preparar una regulación que determine en qué condiciones se pueden ubicar estas entidades en la ciudad (distancias respeto equipamientos sensibles, condiciones de edificación, etc.) y qué requisitos ambientales (ventilación, salubridad, evacuación de humos, olores, ruidos) deben cumplir para mantener la actividad.

Según la Agencia de Salud Pública de Barcelona, el cannabis es la sustancia ilegal con mayor consumo entre todos los grupos de edad, y se estima que el año pasado consumieron esta droga el 29,9 % de los hombres de entre 15 y 34 años y el 16% de las mujeres de esta misma edad.

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