Una nueva investigación vincula el uso recreativo del cannabis con una reducción en el riesgo de deterioro cognitivo
Investigadores de la Universidad Médica Upstate han desvelado una relación significativa entre el consumo de cannabis con fines no médicos, es decir, recreativos, y una notable disminución del riesgo de experimentar declive cognitivo subjetivo (DCS). Frente a quienes no lo consumen, el uso recreativo del cannabis se asoció con una reducción del 96% en la probabilidad de sufrir este tipo de deterioro cognitivo.
El DCS es un indicador clave ya que estudios previos han demostrado que las personas con DCS tienen un riesgo dos veces mayor de desarrollar demencia, una afección para la cual, hasta la fecha, no existe cura ni métodos de prevención definitivos.
Aunque el uso de cannabis con fines médicos y el uso dual (médico y no médico) también mostraron una tendencia a la disminución de las probabilidades de sufrir DCS, estos resultados no fueron estadísticamente significativos. De igual manera, la frecuencia y el método de consumo de cannabis no se asociaron significativamente con el DCS.
Para llevar a cabo este estudio, Zhi Chen, estudiante de la Maestría en Salud Pública (MPH), y el profesor Roger Wong, PhD, MPH, MSW, analizaron datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de 4,744 adultos estadounidenses de 45 años o más, recopilados en el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductual (BRFSS) del 2021.
El DCS se definió como un aumento autoinformado en la confusión o pérdida de memoria durante el último año. La investigación ajustó los datos por factores sociodemográficos, de salud y de consumo de sustancias, tras imputar datos faltantes y aplicar pesos de muestreo.
Este estudio se distingue de investigaciones anteriores al enfocarse en adultos de mediana edad y mayores, considerando de manera única las tres facetas del consumo de cannabis: el tipo de uso (médico o no médico), la frecuencia de uso y el modo de consumo (fumar, vapear, ingerir o dabbing).
El profesor Wong destacó la necesidad de realizar estudios longitudinales para comprender si el consumo de cannabis no médico protege realmente la cognición a largo plazo, dada la naturaleza transversal de este análisis que solo ofrece una instantánea del año 2021.
A pesar de las limitaciones señaladas en el estudio, incluida la incapacidad de considerar las regulaciones del cannabis de estado a estado y el potencial sesgo de selección, el uso de un conjunto de datos nacional aumenta la generalizabilidad de los hallazgos.
Wong subrayó la diferencia en la protección entre el uso médico y no médico, atribuyéndola a los compuestos presentes en el cannabis. El cannabis de grado médico suele contener mayores concentraciones de CBD y niveles más bajos de THC en comparación con el cannabis destinado al uso recreativo. Los autores sugieren que la protección contra el DCS podría derivarse de una mejor calidad del sueño y alivio del estrés que el cannabis proporciona a los usuarios no médicos.
Este estudio, publicado en la revista Current Alzheimer Research, abre nuevas perspectivas sobre el papel del cannabis en la salud cognitiva y subraya la importancia de futuras investigaciones para explorar estos vínculos con mayor profundidad.
Amante del cannabis y especializado en el mundo de las sustancias psicoactivas. Escritor y psiconauta.