El Seminario Internacional de Cannabis Medicinal, que se realizó en la localidad bonaerense de General La Madrid, reunió a legisladores, médicos, madres de niños con epilepsia refractaria y especialistas para compartir información de los beneficios del uso de esa sustancia y sobre el proyecto de ley para legalizar el autocultivo de la planta de marihuana para aliviar el sufrimiento que generan algunas enfermedades.
El intendente Martín Randazzo abrió en el Polideportivo Municipal el encuentro, al que asistieron “Mamá Cultiva” de Chile y Argentina; la investigadora del Conicet Silvia Kochen; Ana Maria Gazmuri, de la Fundación Daya (Chile); Raquel Peyraube (Uruguay); Marcelo Morante (La Madrid); Ana María García, de Cannabis Medicinal Argentina (Cameda), y la diputada nacional Diana Conti (FpV).
“Nos une un proceso de construcción y de querer transformar las cosas para que las personas vivan mucho mejor, y especialmente quienes son los representantes y quienes están poniéndole el cuerpo a la realidad y tratando de vivir mejor, que son las madres que luchan todos los días para que sus hijos puedan trascender de una forma mucho más interesante”, dijo Randazzo.

Latinoamérica “está tratando de luchar por un proyecto noble, que nos permite cambiar el paradigma en la relación médico paciente y de esa manera poder hacer las cosas que tenemos que hacer como políticos y transformar la realidad”, además de “permitirnos a nosotros un desarrollo diferente desde lo humano, desde lo científico y desde lo económico también”, enfatizó.

“Tengo que seguir aprendiendo sobre el tema porque sino no puedo defender bien este proyecto que este año tiene más adhesiones, pero sé que tengo que barrer prejuicios, porque son solo prejuicios de los legisladores”, dijo a Télam Contí, que impulsa la despenalización del cannabis medicinal.

El proyecto de Conti modifica tres artículos de la ley de estupefacientes: los que penalizan la tenencia de drogas; la tenencia de semillas, cultivo o plantas, y la difusión del uso de una droga prohibida.

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“En esos tres casos decimos que cuando se trate de marihuana para uso terapéutico no sea delito”, señaló.

La iniciativa fue giradaa la comisiones de Legislación Penal, que preside Cambiemos; a la de Prevención de Adicciones y a la de Salud (ambas presididas por el FPV).

“Aunque la cabecera sigue siendo Penal, yo creo que la diputada (María Gabriela Burgos, UCR-Jujuy) no se va a negar al tratamiento y el tema va a tener un debate, por lo menos, en las comisiones para ver si podemos dictaminarlo”, explicó.

El proyecto, dijo, cuenta con apoyo de una diputada socialista, una del Frente de Izquierda y “se sumó la diputada (Alcira) Argumedo, es decir que ese bloque también va a acompañar”.

Paulina Bobadilla, integrante de Mamá Cultiva, dijo que en esa entidad chilena están “felices de acompañar a las madres argentinas, de no abandonarlas, de no dejar que sus hijos convulsionen una y otra vez” por enferemdades que puede aliviar la marihuana.

“No podemos esperar que las grandes farmacéuticas lleguen aquí a imponernos sus precios injustos, entonces tenemos que acompañar desde el autocultivo, porque somos madres que no teníamos un minuto de paz, y las madres de Chile, de Argentina y de cualquier lugar sufrimos lo mismo”, afirmó emocionada.

La entidad se lanzó para apoyar a “las madres que estaban solas sin un cultivador al lado, y lo bueno es que tenemos a grandes compañeros de ruta que están acompañando a estas madres para poder tener un minuto de paz, porque esa es nuestra realidad”, añadió.

“En este momento mi hija esta en un recital de Junior Express en Chile, y me manda fotos. Eso era impensado. Ya hace cuatro años que yo estoy tratándola con esta medicina que cultivo y preparo de la mano de Fundación Daya”, relató.

Bobadilla afirmó que “es emocionante poder traer este mensaje y hacer unidad” pues no se puede “sólo dar o permitir la medicina para unos pocos. ¿Y los que no pueden, los que viven con 250 dólares mensuales, no tienen derecho a que su hijo descanse, que tenga un minuto de felicidad?”, cuestionó.

Para la médica Raquel Peyraube, investigadora y especialista en cannabis medicinal de Uruguay, esto “es como la metáfora de David y Golliat, en Argentina”. Que la discusión se dé “en este momento un político” y “la convocatoria que generó” requieren “de todo nuestro apoyo”, aseveró.

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“Yo creo que no toda la información, inclusive a favor, es de buena calidad. Que alguien me diga que el cannabis no genera dependencia química me parece que no está bien, porque el usuario va a creer esto y va a pensar que no tiene que cuidarse en evaluar si está incrementando sus dosis, si ya no goza como antes y se va a terminar enganchando cuando lo podría haber prevenido”, advirtió.

“Obviamente ante la dependencia que generan otros medicamentos y otras drogas declaradas ilícitas es infinitamente menor, pero hay otros medicamentos que generan dependencia y no dejamos de usarlos”, añadió.

En Uruguay, donde ya hay una ley al respecto, dijo, “la población ya sabe que puede aliviar su artritis, que puede mejorar su dolor crónico, que sus niños con epilepsia pueden mejorar, por eso demandan estos tratamientos, pero no hay productos de calidad farmaceútica sino se importan para uso compasivo, que es una forma legal de importarlos”.

“Aunque la implementación está siendo un poco lenta, tenemos ya en marcha el autocultivo, los clubes de cannabis y en septiembre sale la primera cosecha para uso adulto”, indicó la especialista uruguaya.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.