El motivo no es que los ciudadanos se aficionen a la marihuana, sino que conozcan su olor, detecten las plantaciones y las denuncien. También se incluyen otros indicios para descubrir vecinos cannabicultores. Parece que hemos vuelto a la época de las delaciones.

Alrededor de unas 30 mil familias de las ciudades holandesas de Rótterdam y La Haya serán involucradas en la detección de plantaciones de cannabis en su ciudad.

Para eso los ayuntamientos distribuirán en cada ciudad unas 15 mil tarjetas que estarán impregnadas con el olor del cáñamo, con el fin de que puedan identificarlos mejor.

La idea para que de esta manera la población participe activamente en la detección de estas plantaciones clandestinas de cáñamo fue hecha por el proveedor de gas Eneco. En los años 2006 y 2007, esta empresa distribuyó unas tarjetas impregnadas con el olor de gas entre sus 1,8 millones de clientes, esto con la finalidad de que puedan reconocer escapes de gas. Las tarjetas con olor a cáñamo, es una iniciativa de la Task Force nacional que ha organizado el combate al cultivo del cáñamo.

‘Las plantaciones de marihuana ocasionan muchos inconvenientes’, dice un portavoz del municipio de Rotterdam. ‘Sucede que a veces terminan incendiándose o causan daños con el agua. En virtud de estas amenazas queremos ilustrar a la población’. Solo en la ciudad de Rótterdam se desarticulan cientos de plantaciones al año. El llamado equipo cáñamo está activo todos los días en la ciudad portuaria. En La Haya, el año pasado se desmantelaron 250 plantaciones. Este año, hasta el 31 de agosto eran ya 132. ‘estamos muy por encima’ dijo un portavoz.

En la tarjeta, además de portar el olor de cáñamo, también se agrega e indica otras características para poder descubrir estas plantaciones. El portavoz menciona el zumbido de los ventiladores, viviendas siempre paran con las cortinas cerradas y casas inhabitadas, pero que de vez en cuando se ve entrar y salir a personas.

Ambos municipios cuentan con un proyecto piloto. Si logran su objetivo y son exitosas, probablemente todos los habitantes reciban una tarjeta de este tipo en su buzón de cartas. Estas misivas serán introducidas tanto en Rótterdam y La Haya en el mes de noviembre próximo. En primera instancia La Haya las distribuirá en el barrio de Laakkwartier.

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