Demócratas y republicanos de EE.UU frenan la legalización del cannabis mientras crecen las presiones de la industria farmacéutica y otros lobbies.

Amigos, hay que despertar: seguimos en guerra. Y no hablo de conflictos en el extranjero, sino de una guerra silenciosa pero constante que se libra dentro de las fronteras de Estados Unidos: la guerra contra el cannabis.

A pesar del apoyo masivo de la población –más del 70 % de los estadounidenses está a favor de la legalización del cannabis–, las élites políticas están intensificando su ofensiva. Lo preocupante no es solo que esta guerra siga viva, sino que ahora está siendo impulsada por ambos partidos: demócratas y republicanos. Y no se trata de una guerra contra las drogas. Las drogas no van a la cárcel, no pierden sus trabajos ni sus hijos, no ven confiscadas sus propiedades. Esta siempre ha sido una guerra contra las personas. Contra ti.

Dos frentes, una misma estrategia: impedir la legalización

En un artículo reciente publicado en Marijuana Moment, Paul Armentano –subdirector de NORML– lanza una advertencia clara: ambos partidos están bloqueando la legalización del cannabis, pero cada uno a su manera.

Los republicanos atacan directamente a la democracia. En Dakota del Sur, estuvieron a un solo voto de revocar una ley médica aprobada por referéndum. En Nebraska, el fiscal general anima a los legisladores a ignorar los resultados electorales. Y en Ohio, el Senado –de mayoría republicana– está desmantelando la legalización aprobada por los votantes: prohibiendo el autocultivo, limitando el contenido de THC y criminalizando el simple acto de compartir marihuana entre adultos.

Los demócratas, lejos de proteger los avances, están convirtiendo al consumidor de cannabis en una fuente de ingresos. En estados como Nueva Jersey, Maryland y California, los gobernadores están subiendo los impuestos de forma desproporcionada. En Nueva Jersey, por ejemplo, se plantea quintuplicar los impuestos sobre la marihuana. Estas medidas no solo son abusivas, sino que empujan a los consumidores de nuevo al mercado negro.

Un mosaico de leyes arbitrarias que perpetúan la criminalización

La falta de una regulación federal coherente ha generado un sistema feudal, donde los consumidores son criminalizados por cruzar de un condado a otro. En Texas, por ejemplo, el fiscal general está demandando a ciudades que despenalizaron el consumo, obligándolas a invalidar la voluntad de los votantes por miedo a litigios.

Hasta que el cannabis no se elimine por completo de la Ley de Sustancias Controladas, seguiremos a merced de políticos y lobbies que se benefician del statu quo: la industria farmacéutica, las cárceles privadas, el alcohol, el tabaco… todos invierten millones en mantener el cannabis ilegal o fuertemente regulado.

¿Qué podemos esperar de un posible regreso de Trump?

Aunque aún no está claro cómo abordaría el expresidente Donald Trump la cuestión del cannabis en un posible segundo mandato, su retórica sobre los carteles y el crimen organizado preocupa. No sería la primera vez que una crisis se usa como excusa para recortar libertades civiles. Basta recordar cómo se aprobó la Ley Patriota tras el 11-S.

No confundas consumo regulado con libertad

Para muchos de nosotros, consumir cannabis en los 90 y 2000 era casi un acto revolucionario. Pero no podemos permitirnos bajar la guardia solo porque ahora existan dispensarios modernos con branding atractivo. Esos avances son frágiles y reversibles.

La verdadera libertad no llegará hasta que nuestros derechos estén protegidos constitucionalmente. Mientras tanto, los impuestos desorbitados, la criminalización encubierta y el abuso institucional siguen vivos, disfrazados de progreso.

Esto no ha terminado: es el momento de actuar

Los activistas de generaciones anteriores lucharon en las trincheras: encarcelados, apartados de sus hijos, excluidos del sistema. Hoy nos toca a nosotros honrar ese legado y no conformarnos con una legalización parcial y manipulada.

No te conviertas en una víctima más. Sé consciente, infórmate, organiza, vota. Y sobre todo, exige que tu cuerpo y tu mente te pertenezcan solo a ti.

¿Qué puedes hacer tú?

  • Infórmate y comparte este mensaje.
  • Presiona a tus representantes. Hazles saber que tu voto no está garantizado.
  • Apoya a organizaciones como NORML, que luchan por tus derechos.
  • No te dejes engañar por campañas políticas que prometen legalización pero aplican impuestos abusivos o restricciones absurdas.
  • Tu cuerpo. Tu conciencia. Tu decisión. Pero solo si estás dispuesto a defenderla.

Acerca del autor

Justin Vivero

Escritor especializado en cannabis  y residente en Miami, combina su pasión por la planta con la vibrante energía de la ciudad, ofreciendo perspectivas únicas y actualizadas en sus artículos.