Así afirma Ethan Nadelmann, fundador y director ejecutivo de la Alianza para una Política de Drogas (Drug Policy Alliance).

El científico estadounidense, Ethan Nadelmann, fundador y director ejecutivo de la Alianza para una Política de Drogas (Drug Policy Alliance) señaló que  la distinción entre drogas legales y prohibidas no está relacionado en lo absoluto a los peligros que conlleva el consumo de cada uno de ellas, sino más bien al tipo de personas que las usan. De esta forma, los gobiernos «protegen» a las elites adineradas a través de leyes represivas en contra del consumo de ciertas sustancias,  por el miedo a lo que pueden llegar a hacerles los pobres que las utilizan.

El especialista, que se dedica a presentar diversas alternativas al prohibicionismo extremo de la droga en diversos países, también señaló que si bien cada país es diferente y que no se puede comparar, por ejemplo, a Chile con México en lo que respecta al consumo de drogas, hay algo que tienen en común todas las naciones «No hay sociedad libre de drogas y no lo habrá jamás», sentenció.

Nadelmann criticó el discurso de la ONU, cuando en 1998 declararon: «Un mundo libre de drogas: podemos  conseguirlo». Ante esto el experto en drogas exclamó «¿Qué se habían fumado cuando dijeron eso?, cada generación inventa y consigue nuevas drogas, empezando por la industria farmacéutica, donde empresarios innovadores crean químicos ilegales para conseguir ganancias».

A pesar de su aparente simpatía hacia las drogas, Nadelmann señaló que no era partidario ni de legalizar todas las drogas, ni de que sean gratis, ni de catalogarlas a todas de la misma forma. Su idea más bien es reducir el daño producido por la represión política  hacia las drogas. «El abordaje prohibicionista no tuvo éxito. No se necesitan más leyes represivas», señaló.

Así también, reprochó seriamente a los políticos por hablar tonterías, cuando, sin conocimientos científicos ni estudios de ningún tipo, catalogan a las drogas entre «blandas» y «duras». «Debemos reírnos en la cara de los políticos cada vez que hablan alguna estupidez». Nadelmann indicó que la mejor protección contra el abuso de drogas es el consumidor educado.

En la misma línea, Claudio Venegas, Director de la Revista Cáñamo, criticó a los políticos por referirse a la drogadicción como una causa y no como un efecto. Para Venegas la drogadicción es un efecto de la desigualdad y la mala distribución de la riqueza. Asimismo, criticó la distinción que se hace entre el alcohol y la marihuana, donde la primera droga es legal y la segunda está prohibida, aún cuando se ha demostrado a través de diversos estudios que el alcohol tiene un potencial adictivo mucho mayor y su consumo y consecuencias son la mayor causa de muerte en Chile.

Venegas piensa que las únicas restricciones que se deben poner al consumo de marihuana, son la edad, para mayores de 18 años y el no causarle daño a terceros. Él piensa que cada uno es responsable de las decisiones que toma «Ni la Iglesia, ni el Estado, ni un privado va a venir a decirme que es lo que hago con mi cuerpo».

Por su parte,  Francisca Florenzano, Directora del CONACE, apuesta a que la nueva institucionalidad y estrategia del gobierno para con las drogas irá dirigido hacia el no consumo. Además, no hay ningún cambio en cuanto a la diferencia legal entre el alcohol y la marihuana, aún cuando reconoce que el consumo de alcohol es el principal factor asociado a muertes en nuestro país.

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