Nuevas medidas en Nueva York buscan cerrar locales ilegales de cannabis mientras impulsan la venta segura y el crecimiento de la industria regulada

Cuando acudes a un establecimiento sin licencia para vender cannabis, realmente no sabes de dónde provienen los productos ni qué contienen. Precisamente por esa incertidumbre, el estado de Nueva York creó un programa para garantizar que los consumidores tengan plena confianza en lo que están comprando, explicó Martínez, un empresario del sector.

Martínez también destacó que la competencia con los locales que operan sin licencias es intensa. «En un perímetro de dos bloques frente a nuestro negocio, había 77 locales sin licencia. Afortunadamente, el estado ha sido un aliado estratégico para nosotros, y han cerrado la mayoría de esos establecimientos. Aunque aún quedan al menos tres justo enfrente de nuestra tienda», señaló.

En el año que llevan operando, Martínez ha observado que cada vez que las autoridades clausuran un local ilegal, sus ventas aumentan significativamente. Este incremento en las ventas también se refleja en mayores ingresos fiscales para el estado, gracias a los impuestos que deben abonar los negocios regulados.

En 2023, las tiendas minoristas con licencia para vender cannabis generaron cerca de 654 millones de dólares en ingresos fiscales para el gobierno estatal, según un informe de la Oficina de Gestión del Cannabis. Además, la agencia ha emitido hasta la fecha un total de 1.342 licencias de cannabis, y más de 200 dispensarios minoristas ya tienen autorización para operar en todo el estado.

Katherine Díaz, directora de Asuntos Comunitarios de la Oficina de Gestión del Cannabis, señaló que la expansión de las tiendas con licencia no solo beneficia a los consumidores, sino también a los productores y procesadores de cannabis en Nueva York. «Estamos viendo un crecimiento significativo no solo en las ventas, sino también en la cantidad de personas que participan como cultivadores y procesadores. Esto refleja un impacto positivo en las comunidades más afectadas social y económicamente por las políticas de cannabis del pasado», afirmó Díaz.

Un aspecto destacado del programa es su beneficio para los agricultores locales de Nueva York, quienes distribuyen sus productos en dispensarios de todo el estado, incluyendo la ciudad de Nueva York. Díaz subrayó que más de la mitad de las licencias emitidas, un 54%, fueron otorgadas a solicitantes de equidad social, lo que incluye minorías, mujeres, veteranos y personas de comunidades históricamente impactadas por las políticas de cannabis anteriores.

El estado ha llevado a cabo un total de 1.341 inspecciones en toda su extensión, resultando en el cierre de 345 locales por incumplir las leyes. «Nuestro trabajo en las calles no ha parado. Seguimos cerrando tiendas ilegales y protegiendo la salud pública y el consumo responsable de cannabis. Gracias a las medidas adoptadas por la gobernadora y las autoridades, nuestros esfuerzos están creciendo en todo el estado», concluyó Díaz.

Acerca del autor

Justin Vivero

Escritor especializado en cannabis  y residente en Miami, combina su pasión por la planta con la vibrante energía de la ciudad, ofreciendo perspectivas únicas y actualizadas en sus artículos.