Un artículo que apoya la legalización, publicado en un periódico teóricamente conservador. Parece que algo está cambiando, ahora que en el país origen de la prohibición puede surgir la normalización y que se reconocen algunos beneficios terapéuticos del cannabis.

¿Legalizar la marihuana? Hace algunos años habría votado no a esa cuestión. Ahora, votaría probablemente que sí. Si fuera ciudadana de California, claro está, pues es el estado de California el que va a someter esta pregunta a referéndum el próximo mes de noviembre. Y tal como está la intención de voto en estos momentos, el No algo por encima del 50% y el Sí cerca del 50%, California podría sentar un precedente revolucionario este otoño, convirtiéndose en el primer lugar del mundo en legalizar el consumo, la producción y la distribución de marihuana. Porque la pregunta no se refiere únicamente al consumo sino también a la producción y a la venta. Por lo que va muchísimo más allá que la aprobación, conocida esta semana, por parte de la Sanidad española del primer fármaco de cannabis (Sativex).

Y digo que votaría que sí por una razón fundamentalmente. Porque hace años que sigo atentamente la publicación de estudios sobre los efectos de la marihuana y he llegado a la conclusión, en el estado de investigación actual, al menos, de que sus efectos no son peores que los del tabaco y el alcohol. O que si el tabaco y el alcohol son legales, no encuentro razones de peso para que la marihuana no lo sea.

Y lo cierto es que hay una creciente tendencia en esa dirección. No hay más que ver los últimos artículos publicados, por ejemplo, en dos medios de gran influencia como son The Economist y Newsweek. The Economist (www.economist.com) no sólo recuerda lo ajustada que está la intención de voto en este momento, sino que destaca los efectos positivos en el terreno de la criminalidad de los jóvenes (muchos arrestados en asuntos relacionados con la marihuana) y en el fisco de California. Newsweek (www.newsweek.com) apunta otra ventaja, el enorme daño que esta legalización inflingiría a los sangrientos cárteles de la droga mexicana. Algunos analistas estiman que entre un 20 y un 50% de los beneficios de estos cárteles están relacionados con la marihuana, con lo que una legalización en California los dejaría obviamente sin el mercado estadounidense.

Si los medios americanos insisten en estos enfoques, es muy posible que el Sí avance más allá del 50%. Y que, a partir de noviembre, los jardines californianos se parezcan al «jardín de la alegría» de aquella divertida película inglesa de Nigel Cole. Con amas de casa como la interpretada por la estupenda Brenda Blethyn cultivando marihuana para afrontar sus deudas, pero a la vista de todo el pueblo.

Por Edurne Uriarte – Periódico ABC

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