En la comercialización aún hay mucho que replantear

El 17 de octubre de 2018 Canadá se convirtió en el primer país del G7 en permitir la venta y el consumo de marihuana con fines recreativos a nivel federal. Tras este paso dado por el parlamento de Ottawa y el gobierno de Justin Trudeau, las expectativas en torno a cómo evolucionaría la medida en uno de los países más desarrollados del mundo han ido transformándose en aciertos y errores. Doce meses después de su implementación el resultado es satisfactorio en materia de salud pública. Sin embargo, en el modelo de comercialización hay mucho que replantear.

Los datos revelados por el departamento de estadísticas en Canadá, a través de la Encuesta Nacional de Cannabis, muestran que en los primeros diez meses de la legalización de la marihuana recreativa las ventas sumaron 676 millones de dólares canadienses. Sólo entre junio y julio las compras aumentaron 14%, por lo que en el séptimo mes del año se vendieron 104 millones de dólares canadienses en productos asociados a la marihuana recreativa. Con esta tendencia los especialistas creen que al completarse el primer año de la medida las ventas del sector serán cercanas al billón de dólares.

La misma medición reveló que en el país hay 4,9 millones de consumidores de marihuana, lo que equivale a 16% de la población. Pese a que el informe oficial evidencia que en términos generales el consumo se ha mantenido prácticamente estable frente a las cifras de hace un año, llama la atención que el único segmento que registra un incremento es el de los adultos mayores.

“El número de canadienses mayores de 65 años que reportó haber consumido cannabis recreacional en los últimos tres meses aumentó de 3% a 5% durante este período, señaló el informe presentado por Statistics Canada, correspondiente al segundo trimestre de este año.

Este comportamiento entre la población sénior está explicado en buena parte por la presencia de los baby boomers, una generación que durante los años 60 y 70 vivió de primera mano la masificación del consumo de la marihuana. Hoy, ya pensionados y con acceso al mercado legal, algunos han optado por volver a consumir, de ahí, que tanto lo industria medicinal como la recreativa los considere un nicho.

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Si bien las cifras de la industria del cannabis recreativo son importantes y la producción ilegal se ha reducido en más del 20% en el último año, el sector está aún lejos de su potencial. Hoy, 4 de cada 10 consumidores asegura que compra marihuana en el mercado ilegal. La explicación de esta situación está en el diferencial de precios. Mientras un gramo de marihuana legal cuesta en promedio 10,65 dólares canadienses, en el mercado ilegal el precio es 5,93 dólares canadienses, es decir, 44% menos. Cerca de un dólar del precio que se paga en las tiendas autorizadas corresponde a impuestos.

A esto se suma que el número de tiendas de cannabis en Canadá hoy es cercano a 400, lo que quiere decir que hay sólo una por cada 100.000 residentes. En Colorado, Estados Unidos, este indicador es de 10 tiendas por cada 100.000 habitantes. Esta oferta insuficiente de marihuana legal ha generado fuertes críticas al modelo implementado para otorgar las licencias, ya que se hace mediante sorteo, y no atendiendo la capacidad de los aspirantes para atender la demanda.

“No hay razones para pensar que una persona que tiene dinero para comprar un puesto en estas loterías vaya a ser la mejor opción para manejar una tienda de marihuana recreativa. Esto es como definir, a través de la suerte, quién es un buen cirujano”, dijo el analista Chris Damas, quien además sostiene que dicho esquema se podría estar prestando para que quienes salen favorecidos en los sorteos revendan su licencia de venta de cannabis.

En Ontario, donde la venta legal de marihuana comenzó seis meses más tarde que en el resto del país, es donde más problemas de demanda se registran.

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Hoy, esta provincia, cuya ciudad principal es Toronto, solo cuenta con 24 tiendas abiertas. Aunque su meta era terminar el año con 75 establecimientos, en el último sorteo se registraron anomalías que llevaron a descalificar a algunos ganadores, por lo que la apertura de los nuevos establecimientos se retrasará.

Estos problemas para atender la demanda han afectado de una manera importante al mercado bursátil del cannabis, que en los últimos seis meses ha perdido la mitad de su valor. Dicha situación está explicada porque los despachos presupuestados por las firmas para atender a las tiendas legales no se materializaron.

Contrario a lo que ha pasado en Colombia en torno al uso del espacio público para el consumo de sustancias psicoactivas, en Canadá este punto fue zanjado desde el principio y cada provincia es autónoma para crear sus normativas. En el caso particular de Ontario, la regulación señala que no se puede consumir marihuana a menos de 20 metros de zonas escolares o parques donde haya juegos para niños. Quien incumpla esta normativa puede incluso tener sanciones penales.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.