“Quiero dedicar este artículo a un compañero de revista y ferias, Jim ContainerHunter, por su investigación en el campo del humus de lombriz”
Por Massimiliano Salami (drgrow)
Introducción
Uno de los grandes factores limitantes en el cultivo del cannabis como bien sabemos son las enfermedades radiculares.
Este tipo de enfermedades suelen ser causadas principalmente por hongos, aunque existen algunas bacterias y por supuesto los nemátodos fitopatógenos del suelo que atacan principalmente en cultivos de exterior, en suelos castigados, pobres en materia orgánica o demasiado monocultivados. Algunas malas prácticas agrícolas como el exceso de riego y las condiciones meteorológicas adversas como lluvias copiosas, son responsables de que la raíces sufran una asfixia. Una lluvia persistente puede saturar un suelo durante varios días encharcándolo. El sobrecalentamiento de las macetas causado por el sol, quema las raíces dañando las plantas. Todo esto nos lleva a un sistema radicular dañado, que es un posible foco de infección, que posteriormente nos producirá pérdidas en nuestro cultivo.
De todas las enfermedades radiculares, abióticas y bióticas, los hongos son los que se llevan el primer premio, por su virulencia, sus ataques son muy frecuentes, especialmente en interior, donde es raro finalizar un ciclo de cultivo y que el sistema radicular no muestre signos de infección.
Existe una relación directa entre las moscas del mantillo, plaga Nº1 en cannabis de interior y los hongos patógenos Phytium, y Fusarium.
Un sistema radicular dañado es claramente un foco de infección para los hongos del cannabis y favorece la aparición y desarrollo de infecciones secundarias, normalmente de hongos como el Fusarium o el Phytium.
Este mes vamos abordar un tema casi en peligro de extinción, las lombrices. Todos conocemos los beneficios de las lombrices en un cultivo en suelo directo, pero muy pocos saben que pasa si inoculamos un núcleo de lombrices en un cultivo en maceta.
Después de varios meses trabajando por fin podemos ofrecerles un protocolo de manejo de lombrices para recuperar plantas madres en maceta, con sistemas radiculares muy dañados.
Enfermedades radiculares del cannabis
Como ya hemos visto en el pasado, las enfermedades radiculares son aquellas que atacan al sistema radicular (las raíces), es un factor limitante de primer orden.
Las enfermedades radiculares causan un trastorno en el metabolismo de la planta, dando lugar a síntomas muy variados, algunos (los primeros en observarse) pueden ser confundidos con deficiencias de nutrientes, en casos más serios se observa la pérdida de turgencia y en casos muy graves, además de haberse observado los primeros dos síntomas se presenta la marchitez localizada o total de la planta. Estos síntomas son debidos a que un sistema radicular dañado tiene dificultad para absorber tanto nutrientes como agua.
Plantas madres
Las plantas madres son plantas seleccionadas por determinadas características y que se emplean para la obtención de esquejes. Estas plantas suelen permanecer en el mismo contenedor durante meses e incluso en ciertos casos años. Esto se consigue con un ciclo de iluminación artificial de 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad. Durante todo ese tiempo las plantas crecen, desarrollan ramas y por supuesto raíces. Las raíces son el órgano vegetativo subterráneo de la planta, sólo crecen durante el periodo vegetativo. Esto significa que el sistema radicular de una planta madre se regenera continuamente.
Los hongos patógenos del suelo y la asfixia radicular son problemas muy frecuentes en el cultivo del cannabis en maceta y causan la muerte de las raíces. ¿Qué pasa con esos restos de raíces muertas? La respuesta es simple, se degradan de forma natural, pero muy lentamente.
En la cannabiscultura vamos más allá de la agricultura comercial, la aplicación de enzimas como el famoso CannaZym, viene justificada por el hecho que estos complejos enzimáticos descomponen las raíces muertas más rápidamente. Pero, ¿por qué nos interesa descomponer las raíces rápidamente? Simplemente por que un sistema radicular muerto es un foco de infección. Los hongos patógenos emplean como recurso energético las raíces muertas para comenzar sus infecciones y desde ahí afectar el resto del sistema sano.
La degradación enzimática es muy efectiva pero la mecánica combinada con la enzimática es aún mejor. Por lo cual, las lombrices son la manera de eliminar los restos de raíces muertas del sustrato.
Las lombrices
Las lombrices viven el suelo, en la capa más superficial (30-50cm de profundidad) y se alimentan de materia orgánica vegetal en descomposición, la cual una vez en el tracto digestivo es transformada en una sustancia pre humificada conocida como humus de lombriz, es muy rico en ácido húmicos, fúlvicos, etc (para más información ver [1] y [2]).
Las lombrices rojas de tierra son también famosas por las galerías que excavan en el suelo. Son fotofóbicas, por tanto salen por la noche a explorar la superficie del suelo en busca de materia orgánica que ingerir y por el día se refugian bajo tierra.
Estos animalitos beneficiosos tienen un tamaño de 6 a 8 cm de longitud y de 3 a 5 milímetros de diámetro pudiendo alcanzar un peso de hasta 1,4 gramos.
Las lombrices intervienen el ciclo de vida de los vegetales, junto a otros pequeños animalitos son los responsables de la degradación de la materia orgánica vegetal.
El objetivo de este mes, es introducirles al manejo de las lombrices rojas de tierra como método de recuperación de plantas madres de cannabis con el sistema radicular dañado y que, a priori, no tiene solución curativa.
Recuperación del sistema radicular con lombrices rojas
A continuación les describiré el ensayo realizado con las lombrices:
Materiales y método.
Este ensayo fue realizado con una planta madre de Babylonia Fruit con varias semanas de vida. Esta variedad pertenece a la colección de Vulkaniaseeds; este banco mantiene sus genéticas en forma de pequeñas madres, (generosamente multiplicadas) que mantienen en macetas pequeñas de 9,5 y 12 cm de diámetro. Este sistema tiene una ventaja importante, siempre se dispone de muchas madres de cada variedad, pero una desventaja también importante, el pequeño bulbo radicular que permite estos recipientes hace que las madres precisen de reposiciones más o menos frecuentes. Esto es debido a las elevadas incidencias de enfermedades radiculares que dañan de forma irreparable a las plantas.
La aplicación de microorganismos preventivos para enfermedades radiculares es una labor periódica y protocolada en esta casa. Debido a varias condiciones adversas, las infecciones radiculares son muy virulentas, potenciadas por los ataques de las larvas de la mosca del mantillo. Los adultos de esta plaga además dispersan inóculos infecciosos.
Los materiales empleados fueron: la planta madre y un núcleo compuesto de 5 lombrices rojas de tamaño medio, seleccionadas del criadero de Inversa Lombricultura y Compostaje (Tenerife).
A la maceta se le inocularon las 5 lombrices y se realizó un seguimiento diario durante 8 semanas. Las lombrices fueron simplemente depositadas sobre el sustrato. En pocos minutos se introdujeron en el bulbo radicular ahuyentadas por la luz artificial.
A partir de la segunda semana después de la aplicación se empezaron a observar los primeros efectos beneficiosos del tratamiento: parte del sistema radicular dañado había sido literalmente comido por las lombrices, las cuales se movían activamente dentro y fuera del cepellón.
Estos increíbles animales tienen la capacidad de diferenciar materia orgánica viva de la muerta. Si retiramos la maceta, podemos verlas firmemente agarradas con su boca a las raíces con infección: son como “barrenderas”, su trabajo consiste en limpiar todas las zonas infectadas dejando intactas las sanas. Las lombrices rojas se mueven por el bulbo radicular, durante su movimiento el cuerpo roza las raíces y los exudados que liberan de su cuerpo facilitan la cicatrización y la rápida recuperación del sistema radicular. Los exudados de las lombrices al mismo tiempo que ofrecen una protección a la raíces, estimulan la formación de más raíz.
Las lombrices en maceta se alimentan del sistema radicular enfermo y muerto pero también lo hace del mismo sustrato si este es vegetal. Pudimos observar como durante estas 8 semanas el sustrato se convertía en humus puro, al mismo tiempo que seguían apareciendo nuevas formaciones radiculares.
La actividad de las lombrices es frenética, se alimentan constantemente, lo que genera grandes cantidades de excrementos, al final de la 8ª semana, la turba había sido totalmente degradada al igual que las partes dañadas de las plantas. En el espacio que antes ocupaba el sustrato ahora había humus puro, por tanto se optó por transplantar a una maceta mayor con sustrato nuevo para su posterior revegetado.
Les recuerdo que esta planta iba a ser pasto de las lombrices en un vermicompostero y actualmente está produciendo esquejes. Esta planta está en estudio continuo, así que en el futuro volveremos hablar de ella.
Un detalle curioso: si observamos cuidadosamente en el fondo de la maceta y alrededor del cepellón donde las lombrices trabajan sobre los restos de raíz muerta, podemos ver perfectamente los micro agregados de humus. Este humus es muy pobre en nutrientes, ya que las lombrices se alimentan exclusivamente de raíz muerta y turba, y la turba es muy pobre en nutrientes.
El hecho que las lombrices puedan sobrevivir a base del sustrato vegetal (turba y fibra de coco), es decir, a falta de sistema radicular dañado, nos abre una nueva línea de trabajo sobre el futuro del manejo de las lombrices en estrategias preventivas y no sólo curativas como las que hemos tratado aquí este mes.
La planta tratada se recuperó al 100%, se lavó el exceso de humus del sistema radicular eliminando casi el 80%. Se dejó parte del humus, ya que un trasplante a raíz desnuda es muy estresante para el cannabis. Eliminar el humus del cepellón fue muy simple ya que los agregados de humus en contacto con agua se disolvieron. El agua del lavado (humus + 3 litros de agua) se usó para regar plantas ornamentales.
Esta madre ha vuelto a ser productiva y es actualmente la madre de Vulkaniaseeds más vieja y activa, durante el ensayo se hicieron 3 reposiciones completas de todas las variedades guardadas en stock.
Solo quiero remarcar que no se pueden usar fertilizantes minerales en combinación de las lombrices. Durante esas 8 semanas no hizo casi falta abonar, pero si fuese necesario regaríamos con un fertilizante de gama BIO.
Agradecimientos: Claudia Santarosa, Fede (Dr. Grow´s Productions) y Eduardo (Inversa Lombricultura y compostaje)
Referencias
[1] CointainerHunter J., 2011. Humus, ácidos húmicos y fúlvicos. Parte I. Cannabis magazine nº82
[2] CointainerHunter J., 2011. Humus, ácidos húmicos y fúlvicos. Parte II. Cannabis magazine nº83
[3] Salami M. 2008. Cannabis sativa L., Dr.Grow´s Productions.
[4] Salami M., 2011. http:// www.drgrowonline.com/blog/enfermedades-radiculares-de-la-marihuana-y-las-lombrices-rojas/1115.
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Acerca del autor
Massimiliano Salami
Massimiliano Salami es escritor, autor del libro Cannabis sativa L., colaborador de Cannabis Magazine e investigador en el cultivo del cannabis. Licenciado en matemáticas, es técnico en gestión de empresas agropecuarias con amplia experiencia como breeder.