El Plan C tiene dos importantes propósitos. El primero es hacer conocer las propiedades beneficiales (entre otros medicinales y alimentarias) de la hoja de coca y sus derivados a nivel internacional.
Ello con el afán de enseñar al mundo entero qué es la hoja de coca y cómo debería ser consumida para beneficiarse de estas propiedades.
El segundo propósito es aumentar la demanda legal para la hoja de coca.
No creemos que se debe fomentar el cultivo de coca sin límites. Tampoco creemos que todos los factores que empujan a la población migrante hacia las regiones cocaleras se van a solucionar de la noche a la mañana, con o sin coca.
Pero en los últimos 40 años hemos visto que la reducción forsoza de los cultivos de coca no representa ninguna solución ni para el problema del narcotráfico ni para la situación económica de los campesinos productores.
El problema es esencialmente de caracter económico, y sólo puede ser resuelto dentro del área económico. El camino hacia una solución duradera necesariamente pasa por la creación de mayores perspectivas para el desarrollo de la economía legal en las zonas afectadas.
La hoja de coca juega un papel crucial en este proceso, porque cuanto mayor sea la demanda legal por este producto menor la atracción de la demanda ilegal.
Hoy en día en Bolivia la oportunidad para este proceso es particularmente positiva, ya que las familias de productores de la hoja de coca están organizadas en sindicatos que mantienen una relación de diálogo con las autoridades de gobierno. Gracias a este diálogo, fue posible acordar cantidades fijas que limitan la producción de la hoja de coca.
El reto de ahora es asegurar que esta cantidad fijada sea recuperada para el mercado legal, en lugar del mercado ilegal.
Prácticamente hay una sola empresa en el mundo que tiene la autorización para comercializar un derivado de la hoja de coca a nivel internacional: es el caso de la Coca Cola, uno de los productos más vendidos del planeta.
Por lo tanto, un primer elemento crucial para la salida legal de derivados de hoja de coca desde Bolivia es que los productores bolivianos obtengan la posibilidad de elaborar productos que podrian ser exportados utilizando el mismo espacio legal que tiene la Coca Cola.
En segundo lugar se trata de avanzar en el debate sobre el estatus legal de la hoja de coca en su estado natural, que se debe realizar en Europa, entre otros.
Para este debate se necesitan formular modelos de una posible reglementación para la producción, elaboración y comercialización de la hoja de coca.
Estos modelos serán de gran utilidad para mobilizar las personas europeas (entre otros, parlamentarios, empresarios y organizaciones sociales) para que agilicen los pasos necesarios a fines de avanzar en el tema en Europa.