Pregunta: Ante todo, felicitaros por la estupenda fuente de información que es vuestra revista. Gracias a ella ya llevo dos años sin tener que visitar a camellos de turno, disfrutando de mi autocultivo. Me llamo Juan, y el caso es que estaba pensando meter CO2 en el cultivo, pero la verdad es que los equipos salen carísimos. ¿Existe alguna forma de “fabricar” el CO2 de forma casera?. Gracias y seguid así.

Respuesta: Dentro de las distintas formas que existen para producir CO2 por reacción química, quizá la más extendida por su uso en acuariofília sea la de la levadura, agua y azúcar. Con estos tres componentes (la levadura ha de ser de la de panadería, sin bicarbonato ni ningún otro añadido) podemos tener un suministro permanente de CO2 muy útil para espacios pequeños como un armario de cultivo. Simplemente necesitamos una garrafa de agua mineral de las de 8 litros, vacía o llena (si está llena, usaremos el mismo agua para la reacción), cuatro cucharadas de café de levadura de panadero, no químicas ni con bicarbonato. También usaremos azúcar (la más económica funciona perfectamente) y agua, si la garrafa estaba vacía. Por último, precisaremos de un tubo flexible de plástico de entre uno y dos centímetros de diámetro interior, silicona y pegamento para sellar.

Primero hemos de preparar el tapón con el tubo por el que saldrá el CO2, para lo que realizaremos un orificio en el centro del tapón de un diámetro ligeramente inferior al del tubo, de forma que éste entre a presión. Una vez encajado, procedemos a sellarlo por fuera, primero con pegamento y una vez seco, con silicona. Así evitaremos cualquier posible fuga. A continuación describimos los pasos para conseguir que se produzca CO2 dentro de la botella:

Después ponemos cuatro litros de agua tibia dentro de la garrafa y continuación mezclamos bien cuatro vasos normales de cocina llenos de azúcar. Por otro lado, en otro vaso aparte también con agua tibia (no caliente) disolvemos cuatro cucharadas pequeñas (de las de postre) de levadura. Una vez bien disuelta la levadura, echamos el líquido en la garrafa y rellenamos con agua fría hasta unos 6 centímetros de la boca donde se pone el tapón. Colocamos éste bien roscado, y en unas 24 horas se comenzará a producir el Co2 dentro de la botella.

Podemos alterar el caudal de producción y la duración de ésta a partir del principio de que la producción decrece porque se agota el azúcar o porque el exceso de alcohol que también se produce en la reacción acabe matando la levadura. Así, si alteramos las proporciones entre levadura y azúcar deberemos tener en cuenta que aumentar la cantidad de azúcar aumenta el tiempo de producción de CO2 hasta un límite, tras el cual se frena este aumento. Por otra parte, aumentar la cantidad de levadura sube la producción de CO2 pero disminuye la duración de la reacción. Esto también lo podemos conseguir aumentando la temperatura de la mezcla.

Esperamos que consigas aún más independencia en el autoconsumo con este consejillo. Un saludo

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