La Ley Nº 32195 impulsa el uso industrial del cáñamo en alimentos, textiles, cosméticos y más, pero enfrenta críticas por posibles riesgos de desregulación

El Congreso de Perú ha aprobado la Ley Nº 32195, que establece un marco legal para la producción, comercialización e industrialización del cáñamo, una planta del género cannabis con menos del 1% de THC en peso seco, conocida como cannabis no psicoactivo o hemp. Aunque esta medida abre oportunidades económicas y productivas, también ha generado debate sobre su implementación y posibles riesgos.

¿Qué permite la nueva ley?

La ley regula el cáñamo para usos industriales, excluyendo su uso recreativo o combustionado. Entre las actividades permitidas se incluyen:

  • Producción y comercialización: Cultivo, cosecha, almacenamiento, transporte, importación y exportación de cáñamo y sus derivados.
  • Transformación industrial: Fabricación de alimentos, cosméticos, textiles, materiales de construcción, medicinas, papel y agrocombustibles.
  • Desarrollo agrícola: Producción de semillas y plántulas, micropropagación y certificación de variedades específicas.

Esta regulación busca posicionar al cáñamo como una materia prima versátil en diversas industrias.

Requisitos para productores de cáñamo

La ley exige que los productores estén registrados y autorizados por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), que será el principal ente regulador. Otros organismos, como el Mincetur y el Ministerio de la Producción, también supervisarán actividades específicas dentro de sus competencias.

Adicionalmente, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) tendrá 180 días para establecer los requisitos fitosanitarios necesarios para la importación de semillas y plantas, así como para implementar un registro de cultivos y certificación de variedades.

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Usos permitidos del cáñamo en Perú

Los derivados del cáñamo podrán utilizarse en:

  1. Alimentos: Harinas, aceites y productos de consumo humano o animal.
  2. Industria cosmética: Lociones, cremas y productos de cuidado personal.
  3. Construcción: Materiales de edificación a base de fibras de cáñamo.
  4. Industria textil: Elaboración de tejidos y ropa.
  5. Medicina y otros sectores: Productos farmacéuticos y agrocombustibles.

Debate político y rechazo del Ejecutivo

El Poder Ejecutivo inicialmente rechazó la ley debido a preocupaciones sobre su posible desvío al tráfico ilícito de drogas, citando inconsistencias con la Política Nacional contra las Drogas al 2030. Entre sus argumentos destacaron:

  • Riesgo de desregulación: Tanto el cannabis medicinal como el cáñamo tienen concentraciones de THC menores al 1%, lo que podría generar interpretaciones ambiguas.
  • Control especial: Los productos derivados del cáñamo con uso medicinal requieren vigilancia sanitaria estricta.

Sin embargo, el Congreso aprobó la ley por insistencia, respaldado por organizaciones como la Cámara de Comercio de Lima, que destacó las oportunidades económicas y laborales que esta medida puede generar.

Impacto económico y social

Oportunidades para la economía peruana

La industrialización del cáñamo tiene el potencial de diversificar la economía peruana, generando empleos y fomentando la innovación en sectores como la agricultura, la construcción y la industria textil. Según los expertos, el cáñamo es una materia prima sostenible, con bajo impacto ambiental y múltiples aplicaciones.

Beneficios para productores locales

Los productores de cannabis medicinal también podrían verse beneficiados al compartir infraestructura y recursos agrícolas, lo que mejoraría la competitividad de ambos sectores.

Preocupaciones sociales

A pesar de los beneficios económicos, existe preocupación sobre el monitoreo adecuado de los cultivos para evitar desvíos ilegales, especialmente en regiones donde ya hay problemas relacionados con el narcotráfico.

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Un marco regulatorio en evolución

La aprobación de esta ley marca un paso importante en el reconocimiento del cáñamo como un recurso industrial legítimo y no como una sustancia psicoactiva. No obstante, su implementación requerirá:

  1. Regulación clara: Evitar conflictos entre las normativas de cannabis medicinal e industrial.
  2. Supervisión efectiva: Garantizar que los cultivos cumplan con los límites de THC establecidos.
  3. Promoción internacional: Posicionar al cáñamo peruano en mercados globales, aprovechando su alta calidad y sostenibilidad.

Acerca del autor

Justin Vivero

Escritor especializado en cannabis  y residente en Miami, combina su pasión por la planta con la vibrante energía de la ciudad, ofreciendo perspectivas únicas y actualizadas en sus artículos.