¡Amantes de lo verde y lo que crece! Bienvenidos a este nuevo artículo de cultivo básico. A lo largo de esta entrega vamos a poner encima de la mesa algunas recomendaciones sobre cultivo exterior, teniendo en cuenta que estamos en plena temporada y que aún estáis a tiempo de comenzar vuestra aventura.
Por Gospodin Konopí
Se trata de repasar algunos elementos a los que conviene prestar mucha atención. Hablaremos un poco del momento de la siembra, lugar de cultivo y variedades a cultivar así como del comienzo del proceso y de la nutrición de las plantas.
El momento
No cualquier momento es válido para plantar y no por plantar mucho antes se van a cultivar plantas de más calidad. Con el final del invierno y la llegada de la primavera comienzan los preparativos de cara al cultivo de temporada. Con la primavera, los días crecen y las horas de luz son más. Desde finales de abril hasta finales de junio es un buen momento para plantar en la mayor parte de España. Se puede jugar un poco con el tamaño de las plantas retrasando la fecha hasta junio si queremos que nuestros ejemplares no adquieran un tamaño desmesurado o adelantando la fecha a finales de abril con lo que se conseguirá un tamaño mayor. Si tenemos en cuenta las fases lunares, la Luna llena es un momento ideal para germinar y para plantar. Conviene tener presente que en la elección de en qué momento plantar también están implícitas las variables climatológicas. Por esta razón, en muchas regiones de nuestro país se hace complicado plantar antes de finales de abril o principios de mayo. Esto se debe a las bajas temperaturas, de la misma forma que recoger después de octubre, en según qué zonas y debido a las precipitaciones y el aumento de la humedad, supone un auténtico peligro de botrytis u otros tipos de hongos.
El lugar
Lo primero y fundamental para realizar un cultivo exterior será contar con un lugar en el que llevar a cabo dicho cultivo. Ya sea en un terreno privado o en el monte, es muy importante elegir un enclave lo más oculto posible sin que esto afecte al desarrollo de las plantas, ya sea por falta de luz o por otro tipo de variable. Como decimos, es posible realizar un cultivo exterior en un lugar que no sea un terreno privado. A este tipo de cultivo se le denomina “cultivo de guerrilla” y tiene sus pros y sus contras. Es fundamental elegir un lugar no transitado que esté oculto pero que al mismo tiempo posea unas condiciones óptimas de terreno y de exposición solar. Con este tipo de cultivo siempre hay que cubrirse las espaldas y tener mucho cuidado porque nunca se sabe quién pudo haber visto tu cultivo.
Ya sea en tu huerta o en el monte, el acondicionamiento del terreno es fundamental. Lo primero será limpiar la zona de malas hierbas, piedras y demás elementos que puedan entorpecer el crecimiento de nuestras plantas. Posteriormente, será necesario preparar el sustrato para lo cual podemos, dependiendo de la calidad de la tierra, utilizar la misma tierra, removiéndola y enriqueciéndola, o decantarnos por un sustrato comprado.
Las semillas
La elección de las semillas es uno de los pasos que más van a marcar el resultado de nuestro cultivo. Para elegir qué tipo de variedad o variedades plantar tendremos que saber primeramente qué es lo que queremos. Hoy día tenemos múltiples posibilidades de elección. Podemos seleccionar plantas principalmente sativas, principalmente índicas y un sinfín de combinaciones entre ambos tipos. Además, las variedades CBD tienen ya mucho trabajo que las abala y si lo que queremos es un efecto medicinal, terapéutico o simplemente diferente a lo que conocemos (mucho más suave de lo habitual) ésta será una buena elección. Todo esto es muy personal, como también lo es el tema de las características organolépticas que uno busca. Hay gente que se decanta por sabores y un buqué más fuerte, como en el caso de Cheese; otra gente prefiere un sabor y un olor más afrutado como es el caso de Mazar. Esto de las variedades es un mundo pero con empeño y buscando bien o buscando consejo es posible elegir la variedad más adecuada para cada una de las necesidades. El otro elemento importante es el clima y el lugar geográfico. Hay que intentar elegir variedades que se cultiven con facilidad en el lugar en el que pretendemos llevar a cabo el cultivo. Por ejemplo, no sería nada adecuado elegir una variedad que sea poco resistente a la botrytis en regiones demasiado húmedas en las cuales se produzcan numerosas precipitaciones. Tampoco resulta adecuado decantarse por variedades con periodos de floración muy largos ya que, en la latitud en la que nos encontramos, los meses de verano no son tan largos como en otras regiones del planeta en las que sí que crecerían, sin dificultad, estas variedades sativas o de tendencia sativa.
Los comienzos
Cuando decidimos realizar un cultivo en exterior podemos germinar directamente en la tierra con lo que todo su desarrollo se dará ya en la tierra o bien podemos seguir el procedimiento de germinarla en agua o en jiffys y después pasarlas a una maceta. Una vez hayan adquirido el tamaño y el aspecto adecuado se trasplanta a la huerta, al monte o al lugar exterior que hayamos elegido. La primera de las técnicas es un poco arriesgada ya que los pequeños brotes que germinen son plato de buen gusto para muchas criaturas que pululan por ahí. Con la segunda técnica nos aseguramos de plantar ejemplares que ya han adquirido cierto nivel de robustez y fortaleza con lo que las probabilidades de que nuestro cultivo no se malogre aumentan.
Esta es una etapa en la que debemos tener cuidado con las infecciones y problemas fúngicos. Antes de trasplantar las plantas a tierra podemos esparcir un preparado de bacterias que favorecerán el desarrollo saludable de las raíces y una vez las plantas estén en tierra será adecuado utilizar aceite de neem como medida preventiva ante problemas de salud en nuestras plantas. En la etapa de crecimiento podemos utilizar algún estimulante de crecimiento, abonos de origen biológico o de origen mineral que complementen el desarrollo de nuestras plantas. Aunque el sustrato de una huerta sea una tierra rica en minerales y elementos esenciales para el desarrollo de la vida vegetal es fundamental utilizar fertilizantes para potenciar el cultivo y conseguir unos resultados óptimos en la cosecha. Los fertilizantes no tienen que suponer ningún problema si se utilizan debidamente, al contrario, los fertilizantes que se utilizan en el cultivo del cánnabis tienen como objetivo reforzar la presencia de esa docena de elementos químicos con los que las plantas sintetizan todas las demás sustancias complejas que necesitan para llevar a cabo su ciclo de desarrollo.
La nutrición
La nutrición de nuestras plantas es un aspecto fundamental a lo largo de todo el proceso de cultivo. Como ya hemos dicho las plantas necesitan de una docena de elementos para sintetizar todas aquellas sustancias que necesitan para desarrollarse. Por esta razón, es fundamental controlar al máximo el sustrato en el que nuestras plantas se desarrollan. La utilización de fertilizantes de una manera adecuada, como hemos dicho con anterioridad, será fundamental para tener una cosecha final de gran calidad y cantidad. Hoy en día alimentar a las plantas es más fácil que nunca. Las casas de fertilizantes y demás productos agrícolas diseñan sus artículos de manera tal que su utilización podría recaer en manos de un niño y resultar exitosa. Comprando algún producto fertilizante nos encontraremos con explicaciones y tablas de uso en las que veremos indicados los momentos y cantidades. Lo básico para las plantas de cánnabis es el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K). El nitrógeno tiene un papel fundamental para la formación de clorofila y por tanto para el proceso de fotosíntesis. El fósforo es uno de los tres elementos básicos en el desarrollo de las plantas, la falta de fósforo puede producir deformidad en hojas y tallo y en casos extremos puede llegar a matar el propio tejido de las plantas. Por último, el potasio también posee un papel importante en el proceso de fotosíntesis, si existe escasez de potasio afectará al desarrollo de la planta, al crecimiento de hojas, ramas y raíces. Las plantas también utilizan otros minerales pero los que no se podrían reemplazar ni substituir por otros son estos tres.
No menos importante que los nutrientes minerales y orgánicos es el agua para el desarrollo de nuestras plantas. Conviene que el agua que utilicemos sea un agua fresca y natural, a poder ser con una presencia mínima de cloro y demás productos fitosanitarios para la conservación de este preciado líquido. Además de esto, el agua debe ser de bajo contenido mineral ya que, en principio, ya le estamos aportando todos los nutrientes y minerales necesarios. Si no tenemos la posibilidad de utilizar agua destilada, osmotizada o mineral, y nos vemos obligados a utilizar el agua de la traída, será conveniente almacenarla en recipientes abiertos para que vayan perdiendo un poco de cloro. Por último, nuestras plantas, como toda planta, se alimentan gracias al Sol. Es por medio del Sol que las plantas producen su alimento absorbiendo la energía solar y el dióxido de carbono por medio de sus hojas y sales; así como agua y minerales por medio de sus raíces. Este proceso es conocido como fotosíntesis.
Hasta aquí llega esta entrega, en la que hemos abordado una serie de recomendaciones generales y de carácter básico de cara a realizar un cultivo exterior hablando del tema del momento de la siembra, el lugar de cultivo, las variedades a cultivar, el comienzo del proceso y la nutrición, de manera somera pero práctica y completa como para realizar un acercamiento básico e inicial a los elementos del cultivo exterior de cánnabis.
Hasta el próximo número en el que retomaremos el cultivo básico a partir de plantas madre explicando paso a paso como construir un espacio de cultivo de ciclo continuo a partir de dos madres. Veremos los diferentes espacios y materiales necesarios para llevar a cabo un cultivo con el que podremos estar generando cogollos para el consumo cada poco tiempo. De esta manera se abaratan precios reduciendo el gasto y se acorta el tiempo entre recolección y recolección. Saludos y prósperos cultivos.
Acerca del autor
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.