El cannabis acaba de ganar parte de su espacio legal como sustancia terapéutica. Dos de sus principios activos (entre ellos el THC) forman parte de la composición de Sativex.

Este extracto de cannabis, que se administra con un aerosol bajo la lengua, ha recibido hoy la autorización de las autoridades sanitarias españolas para paliar la espasticidad en los enfermos de esclerosis múltiple.

Se trata de un medicamento complementario, que no sustituye a los antiespasmódicos orales actuales, pero que sí mejora su respuesta. «Son muchos los pacientes que no reaccionan ante la medicación habitual, cerca de un 60%», explica Xavier Montalbán, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat), que ha participado en los ensayos del fármaco. Sin embargo, sí que hay mejora en los enfermos a los que, además del antiespasmódico, se les administra el Sativex. En concreto, en las investigaciones se ha comprobado que añadiendo el compuesto de cannabis la mitad de estos pacientes resistentes logran controlar la espasticidad asociada a su enfermedad.

El medicamento ha sido desarrollado por GW Pharmaceuticals. Fabricado bajo la licencia del Ministerio del Interior de Reino Unido, será comercializado en Europa (a excepción de Reino Unido) por la farmacéutica catalana Almirall.

El Ministerio de Sanidad deberá aprobar el precio y el reembolso. GW espera la aprobación a finales de este mismo año. Hasta entonces, no se podrá comprar en las farmacias.

En España, 40.000 personas padecen esclerosis múltiple. La espasticidad es uno de los síntomas más comunes de la enfermedad. Implica espasmos musculares, rigidez, dolor y dificultades para moverse, lo que acaba discapacitando al enfermo.

Hasta ahora, Canadá era el único país donde el Savitex estaba autorizado. En Cataluña, el uso compasivo del Sativex está permitido desde hace unos cinco años. Se podía utilizar siempre y cuando un médico lo solicitase para uso compasivo, en pacientes para los que no hay otro tratamiento.

Para llegar a su aprobación, el fármaco ha tenido que pasar por «más ensayos que otros medicamentos», ha señalado Montalbán, que cree importante dejar claro que «no tiene ninguno de los efectos euforizantes de la marihuana». La propia Generalitat de Cataluña ha promovido la participación de diferentes centros catalanes en los ensayos.

Colectivos de enfermos crónicos a los que no les han funcionado los tratamientos convencionales defienden el consumo del cannabis para mitigar los síntomas de la enfermedad o los efectos secundarios de otros tratamientos como náuseas o vómitos. Enfermos de cáncer, sida o fibromialgia son consumidores terapéuticos de algunas de las asociaciones de usuarios de cannabis que hay en España. Así se aseguran la calidad de la marihuana que consumen.

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