La ciudad más grande de Suiza debe examinar la posibilidad de vender cannabis de forma controlada, como pide su Parlamento.

Aunque la villa no tiene prisa y tiene previsto colaborar con otras localidades. Berna y Basilea ya han mostrado su interés al respecto.

Cuando a mediados de junio el legislativo municipal de la ciudad más poblada de la Confederación aceptó por 67 votos a favor frente a 49 en contra, una solicitud a favor del examen de la venta de cannabis bajo control estatal, la repercusión fue enorme.

El diario alemán ‘Süddeutsche Zeitung’ acusó al Estado de “traficante” y los detractores de una política liberal en materia de drogas apelan a una mayor represión. Suiza ya introdujo, a mediados de los 90 y en fase de prueba, la distribución de heroína bajo control médico. Esta nueva fase está ahora recogida en la ley.

El miniestruendo provocado por la adopción de la petición se explica por la relativa calma reinante sobre la política de drogas desde el claro rechazo, en noviembre de 2008, de la iniciativa encaminada a la legalización del cannabis. Algo menos del 63% de los ciudadanos la rechazaron.

La decisión del legislativo municipal de Zúrich parecería entonces casi anacrónica, más aún cuando la petición había sido presentada por dos jóvenes ecologistas, en agosto de 2006.

Los dos diputados, uno de ellos Bastien Girod, elegido mientras tanto en el Consejo Nacional (Cámara baja del Parlamento Federal), pretendía salir de los “bloqueos de la política suiza de la droga”. Deseando que Zúrich sea de nuevo “pionera”, ambos proponían la venta de cannabis bajo el modelo de ensayo científico.

Una venta controlada aseguraría, según ellos, “una protección eficaz de la juventud”, proporcionar “las informaciones determinadas sobre el cannabis” y un control de la calidad de los productos.

Su argumento principal: la represión no sirve para nada, criminalizar a los consumidores ocasiona costes muy elevados. Mejor sería, en su opinión, dedicar ese dinero a la prevención.

Puesta en marcha muy incierta 

La ciudad de Zúrich sin embargo, no pretende poner en tela de juicio a sus costumbres. “Todavía no podemos precisar de qué forma se hará este proyecto y si se llevará a cabo”, explica Renate Monego, directora de los servicios municipales de salud.

“La solicitud demanda que se analice la posibilidad de la venta controlada de cannabis, eso es todo”, precisa Katharina Ruëgg, portavoz del departamento de salud y de medio ambiente de la ciudad. “El ejecutivo tiene dos años para hacerlo. Vamos a implicar a distintos expertos para analizar la situación”.

Los propios especialistas han sido los primeros en llamar a la puerta: “Hemos tenido muchísimas reacciones”, indica Katharina Ruegg. “Los expertos del cáñamo nos propusieron sus servicios”.

Una cosa parece segura: Zúrich no quiere arrancar en solitario. “La solicitud nos da la posibilidad de hacer un análisis preciso de la situación”, dice Renate Monego. “No queremos lanzarnos sin consultar a otras instancias. Hemos tenido contacto con la Oficina Federal de Salud Pública y sabemos que otras ciudades están interesadas, al menos Berna y Basilea”.

El modelo de ensayos de heroína 

Una de las pistas consideradas -aunque todavía de hecho muy lejana- se inspiraría en la de la heroína bajo control médico, cuya entrega “obedecía a criterios muy estrictos”, destaca Katharina Rüegg. “Incluso aunque estas substancias son de naturaleza muy diversa, la respuesta que se dará a la petición se basará seguramente en esta experiencia”.

Los heroinómanos debían haber ya probado, sin éxito, muchas terapias. La cuestión del domicilio de las personas que se beneficien de estos “programas” (ni hablar de vender en las tiendas) será también unos de los puntos sensibles a discutir.

El proyecto de Zúrich también despertó el interés -crítico- de la Fundación ‘Addiction Info Suisse’. “Seguimos el proyecto con interés”, explica Monique Helfer, su portavoz. “Pero la venta controlada plantea el problema de la legalidad, en primer lugar, ya que ni la venta ni el consumo están permitidas en Suiza”.

 
Multas en lugar de sanciones penales

“Existen en efecto buenos argumentos para un proyecto de venta controlada, en fase de prueba”, añade. “Aunque el mensaje para el público no tendría que ser: consumir cannabis, no es tan grave”… Se sabe que el cannabis puede perturbar el desarrollo de los menores.

La Fundación ‘Addiction Info Suisse’ se muestra favorable a la sustitución de la sanción penal por multas por el consumo. El proyecto es discutido por una subcomisión de la Comisión de la Seguridad Social y de la Sanidad Pública del Consejo Nacional.

La calma no llega nunca a Suiza en política de drogas…

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