El industrial, que ya domina el negocio de los opiáceos con Alcaliber S.A., inicia la comercialización del producto natural o flor seca

 

Linneo Health, la empresa participada en un 60% por el fondo británico GHO y en un 40% por Torreal, el principal vehículo inversor de Juan Abelló, ha iniciado el proceso de comercialización de los primeros lotes de cannabis medicinal en España, un negocio que solo en nuestro país tiene alrededor de 200.000 potenciales clientes, que utilizan con fines terapéuticos esta sustancia, frente a los cerca de 4 millones que la emplean para uso recreativo.

Para materializar este cultivo, Linneo Health han arrendado unos terrenos en Murcia a los que ha destinado alrededor de cuatro millones de euros para adecuarlos al cultivo y explotación. Esta es solo la primera fase, ya que la comercialización del producto industrial (extractos Full Spectrum, purificados y APIs) está prevista, según datos de la compañía, para el primer semestre 2020.

Linneo Health nació en 2018 tras la venta de Alcaliber, hasta entonces en manos de Torreal y Sanofi, al fondo GHO por más de 200 millones de euros. Linneo consiguió de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) la licencia para el cultivo, la producción, fabricación, importación, exportación, distribución y comercialización de cannabis sativa, conocida popularmente como el cáñamo o marihuana, y sus productos derivados con fines médicos gracias a Alcaliber, que tenía este permiso desde 2016. 

Alcaliber, proveedor del sector farmacéutico con más de 50 años de historia, con sede en Madrid y especializada en el sector de los opiáceos, fue en el ejercicio 2018 el mayor productor de tebaína, con el 30% de la producción global, y el 24% de la de morfina. Linneo Health tiene el certificado de calidad GMP (Good Manufacturing Practices) para la producción de flor seca. Se trata de la primera compañía española en contar con dicho reconocimiento, lo cual supone un hito en el sector.

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El pasado 28 de septiembre, el Ministerio de Sanidad autorizó el traspaso de la licencia de Alcaliber S.A y Lineo Health y se hizo efectivo el aumento de capital de 20 millones de euros, que se aprobó en julio y que quedaba supeditado a que el traspaso de titularidad de la licencia fuera en firme. Según datos del balance de la compañía, la licencia fue valorada a efectos de la operación en 9,4 millones de euros.

Aunque Linneo Health consiguió la primera licencia para comercializar cannabis en España, dicha licencia no es la única. Según datos del Ministerio de Sanidad, a día de hoy Cáñamo y Fibras Naturales (Cafina) cuenta con el mismo permiso, al igual que Cannabinoids Sapin. Mientras, Oils4cure lo tiene para la solicitud de autorización de ensayo clínico. Además existen seis empresas con autorización para desarrollar investigaciones cuyos nombres son Bhalutek Sens, Cafina, Cija Preservation, Phytoplant Research, Ploidy and Genomics y la Universidad Politécnica de Valencia.

Las jugosas subvenciones de los opiáceos

A la capacidad operativa de Linneo Health para el cultivo y producción de flores de cannabis (40.000 metros cuadrados), se suma la capacidad de procesado industrial de Alcaliber de más de 12.000 toneladas de material vegetal anual, lo que le convierte en el proveedor con mayor capacidad del mercado de derivados de cannabis. 

Hasta la fecha, Alcaliber tiene una amplia experiencia gracias a sus plantaciones opiáceas en Toledo y Albacete, un modelo que está sirviendo de referencia para los terrenos alquilados ahora en Murcia. Dichas plantaciones han sido receptoras de generosas subvenciones públicas. La de la capital de Castilla-La Mancha recibió del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas una subvención de 1,9 millones de euros. Agricultura concedió a la planta de Albacete otra de casi 500.000 euros, ambas cuantías cobradas durante el ejercicio 2018.

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La creación de Linneo Health refleja que las incipientes actividades de Alcaliber en el negocio del cannabis quedaron fuera de la operación de venta de la compañía, lo que ilustra el gran interés de Abelló por participar en un mercado que a escala mundial está en plena ebullición. Un comercio en auge después de que grandes potencias como Canadá decidieran legalizar el uso recreativo de la marihuana, medida que también está en vigor en nueve estados de EEUU (Alaska, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Nevada, Oregon, Vermont, Washington) y en Washington DC. Actualmente, sin embargo, están empezando a aparecer fisuras en el negocio.

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